Libia: asesinan al embajador estadounidense
Christopher Stevens y otros tres funcionarios de la sede diplomática estadounidense en Bengasi fueron asesinados por supuestos extremistas islámicos, ratificó Javier Mario García, encargado de Negocios de la Embajada argentina en Trípoli.
El embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y otros tres empleados de la delegación en Bengasi han muerto durante el asalto anoche a manos de un grupo de supuestos extremistas islámicos.
Un funcionario libio ha explicado que hubo un ataque con cohetes. No está claro si el embajador estaba en su coche o en el consulado libio cuando ocurrió el ataque. "El embajador libio y tres miembros del personal murieron cuando hombres armados dispararon cohetes contra ellos", dijo por Continental Javier Mario García, encargado de Negocios de la Embajada argentina en Trípoli
El martes, un grupo de hombres armados irrumpió y prendió fuego en el consulado estadounidense de la ciudad libia de Bengasi en protesta por un vídeo realizado supuestamente en Estados Unidos y considerado una ofensa contra el islam por sus críticas a Mahoma.
Según informó el viceministro de Interior para el oriente de Libia, Wanis al Sharf, un grupo de hombres armados se concentró frente a la misión diplomática en el barrio residencial de Al Fuihat y posteriormente asaltó el edificio.
Durante la protesta, en la que los participantes realizaron varios disparos al aire, un grupo de manifestantes irrumpió en el consulado y quemó una parte del mismo. Según Al Sharf, los trabajadores se encontraban fuera del complejo.
El martes por la tarde, miles de egipcios, en su mayoría islamistas, se manifestaron ante la embajada norteamericana en El Cairo para protestar contra un video al parecer realizado por cristianos coptos residentes en Estados Unidos que critica a Mahoma, el profeta del Islam.
Incluso, un grupo de ellos logró trepar y traspasar el muro del imponente complejo, situado en el centro de la capital egipcia, y arrancar la bandera estadounidense.
La policía egipcia logró convencerlos de que salieran del recinto de la embajada norteamericana sin usar la fuerza.
Luego, una bandera islamista negra fue colgada del muro que rodea a la embajada, al lado del cual estaba desplegada la policía antidisturbios.