En los últimos tiempos para la población venezolana representa casi una odisea poder encontrar todo tipo de alimentos y productos. El país está sufriendo un profundo desabastecimiento, que se puede ver reflejado en el descontento de su gente. Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro insiste en que no existe tal situación. Por eso, el presidente bolivariano exigió a la Fiscalía General que sancione a aquellos medios que informen sobre esta "supuesta" falta de abastecimiento.

Según Maduro, esta conducta de algunos medios constituye una "propaganda de guerra". A su vez, el mandatario pidió a la Fiscalía que, junto con el Poder Judicial, atribuya al Ejecutivo la potestad de "castigar la guerra psicológica que ejerce la prensa escrita, la televisión y la radio contra la seguridad alimentaria del pueblo y contra la vida económica de la nación".

Conocida esta intención del gobierno, el líder opositor Henrique Capriles fustigó efusivamente la iniciativa del Ejecutivo, a quien acusó de imponer una censura de prensa "con amenazas a medios independientes".

A través de su cuenta personal de Twitter, el ex candidato presidencial disparó: "El gobierno corrupto, obsesionado con tapar la verdad del desastre que hay en el país, presiona a medios y está logrando su autocensura".

Sin embargo, pese a la reacción de la oposición, el presidente venezolano aseguró que en su país hay libertad de prensa. "No nos dejemos chantajear, en Venezuela hay libertad de prensa, hay libertad de expresión, pero lo que no puede haber es libertad para destruir al pueblo, para hacerle guerra al pueblo, no lo podemos aceptar", enfatizó el mandatario.

En esa línea, el vicepresidente Jorge Arreaza también desestimó las versiones que indican la falta de desabastecimiento, y aseguró que "en Venezuela no falta nada". "Aquí no falta pollo ni carne ni aceite ni leche ni azúcar ni café ni margarina ni papel higiénico", expresó el yerno del fallecido presidente Hugo Chávez.

Según cosigna ese medio, el Banco Central de Venezuela informó que el nivel de desabastecimiento, que ya causó dos muertes alcanza el 20 por ciento. Mientras que en otros rubros ese índice asciende a 40 por ciento.