Malvinas: Londres pensaba darle un puerto a Argentina antes de la guerra
Así lo afirman medios ingleses que dan cuenta de documentos desclasificados que además afirman que en 1982 Gran Bretaña "no tenía interés en las islas".
Gran Bretaña estudió la posibilidad de facilitar a Argentina un puerto naval en las Islas Malvinas apenas unas semanas antes de la ocupación argentina de las islas el 2 de abril de 1982, según relatan medio ingleses al dar cuenta de unos documentos desclasificados.
Estos textos muestran la aparente idea que circulaba en el Ministerio británico de Exteriores de alcanzar algún tipo de acuerdo con Argentina puesto que al parecer este país buscaba un puerto naval en el sur por razones estratégicas.
El Servicio Mundial de la BBC en español ha tenido acceso a estos documentos, desclasificados cuando las relaciones anglo-argentinas atraviesan por momentos muy bajos por la insistencia de gobierno nacional en reclamar la soberanía de las Malvinas.
La posible entrega de un puerto fue estudiada por Londres a partir de los contactos que la embajada británica tenía con sus colegas chilenos y que indicaban que la Marina argentina buscaba un puerto más al sur del que tenían, Puerto Belgrano (al sur de la provincia de Buenos Aires), según los documentos.
El 5 de marzo de 1982, David Joy, representante de la embajada británica en Buenos Aires, informó a sus superiores -a partir de contactos con su colega chileno Raul Schmidt- que el puerto argentino de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, no satisfacía a los militares argentinos porque creían que era sometida a la vigilancia del espionaje chileno, según los textos.
Por ese entonces, las relaciones entre Chile y Argentina no atravesaban por un buen momento debido a la disputa -pocos años antes- por la soberanía de las islas Lennox, Picton y Nueva, en el canal de Beagle, en el extremo sur entre esos dos países.
"Después de todo, si todo lo que ellos (los militares argentinos) quieren es una base naval, bien podríamos acomodarles", apuntaba la nota enviada por el diplomático británico.
En tanto, el diario "The Times" dice que estas revelaciones dan credibilidad a quienes han argumentado que Gran Bretaña no tenía interés en las islas y quería "apaciguar" a Argentina.
Tras la ocupación de las islas, el entonces ministro británico de Exteriores Peter Carrington presentó su dimisión al no haber advertido las verdaderas intenciones de los militares argentinos.
Antes de la guerra, el Gran Bretaña había cerrado su centro de investigación antártico en la isla Georgia, reclamada por Argentina; retiró del Atlántico Sur el buque antártico "Endurance" y, lo más alarmante, suprimió el estatuto de plena ciudadanía británica a los habitantes de las islas, recuerda "The Times".
Según muchos historiadores, estas medidas hicieron pensar a los militares argentinos que los británicos habían pedido interés por las islas del Atlántico Sur.
La guerra entre Argentina y Gran Bretaña terminó con la rendición de los militares argentinos el 14 de junio de 1982.