Marco Rubio lideró el cuarto debate de presidenciables republicanos
El senador de Florida de ascendencia cubana resaltó sus orígenes trabajadores, su oposición al plan de salud de Obama y el recambio generacional que implicaría en la Casa Blanca.
El precandidato y senador de Florida, Marco Rubio, lideró el cuarto debate presidencial republicano dedicado a la economía del país, aunque seguido de cerca por una buena presentación del senador de Texas, Ted Cruz, mientras que el controversial multimillonario, Donald Trump, logró resurgir entre los ocho participantes que buscan llegar a la Casa Blanca. El cuarto debate republicano, desarrollado en Milwaukee, Wisconsin, encontró además al ex gobernador de Florida, Jeb Bush, más encendido y participativo luego de haber recibido fuertes críticas por su baja actuación en el último debate ocurrido en Colorado.
Rubio, volvió a mostrar sus habilidades para los debates y reiteró el mismo formato que viene ofreciendo con éxito, de resaltar los orígenes trabajadores de sus padres tras llegar de Cuba, ir contra las medidas adoptadas por el presidente Barack Obama, como la reforma sanitaria, y presentarse como el candidato que va a llevar un cambio generacional a la Casa Blanca. Los demócratas “serán el partido del pasado, nosotros seremos el partido del siglo XXI”, afirmó el senador de Florida.
Por su parte, Jeb Bush, buscó en esta oportunidad, evitar cruzarse con Rubio, tal como ocurrió en el último encuentro sin los resultados esperados, y eligió como contrincante a Donald Trump, a quien confrontó en temas de inmigración y política exterior. Uno de los momentos más resonantes de la noche, fue cuando el gobernador de Ohio, John Kasich, salió al cruce de Trump al señalar que su propuesta de construir una pared en la frontera con México y deportar a los 11 millones de indocumentados que viven en el país, “no es un argumento adulto. Es un argumento tonto”.
Allí, Bush aprovecho la ocasión e intervino para calificar de “imposible” la iniciativa de Trump de enviar de regreso a 500 mil personas por mes, que además “no abraza los valores” del país. “En la campaña de (Hillary) Clinton están chocando las manos ahora mismo cuando escuchan esto”, fustigó el ex gobernador advirtiendo que “la forma de ganar la presidencia es con planes prácticos”.