Israel bombardeó la Franja de Gaza con más de doscientos ataques aéreos.

Como se venía anunciando off the record desde principios de año, el premier israelí Benjamín Netanyahu esperó hasta después de las elecciones estadounidenses para atacar sus objetivos en el mundo árabe, empezando por Palestina, pero con la mira puesta en Irán y sus proyectos de enriquecimiento de uranio y en la guerra civil de Siria.

Durante la madrugada, desaparecieron el cuartel general de Hamás, una estación de policía y una extensa red de túneles usados por la fuerza político-militar. Las operaciones son en respuesta al sempiterno lanzamiento de misiles Katiusha sobre el territorio israelí por parte de los palestinos.

El Gobierno de Netanyahu analiza invadir la Franja por vía terrestre, y ha movilizado a decenas de miles de reservistas, en previsión de una escalada del conflicto. Hasta ahora, la mediación de Egipto para detener la violencia no ha tenido ningún efecto.