Un deslizamiento de tierra en Papúa Nueva Guinea ha provocado una situación crítica, con estimaciones divergentes sobre el número de personas afectadas. Según un funcionario del gobierno, más de 2.000 personas podrían haber quedado sepultadas, una cifra significativamente mayor que la estimación inicial de 670 fallecidos proporcionada por Naciones Unidas. Hasta el momento, solo se han recuperado los restos de seis personas.