Una ola de calor se ha extendido desde la región centro norte de Estados Unidos hasta Nueva Inglaterra, alcanzando un punto crítico que ha afectado a millones de personas. Desde el medio oeste hasta el noreste de Estados Unidos, un gran número de personas se enfrentan a temperaturas inusuales, lo que ha llevado a las autoridades a emitir alertas y a identificar lugares con aire acondicionado para prevenir posibles tragedias.