Multitudinaria marcha de padres, a un año de la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala
"El gobierno nos ha quitado tanto que nos quitó hasta el miedo", declararon los padres de los estudiantes presuntamente asesinados por narcos con complicidad estatal.
A un año de la desaparición de 43 estudiantes en la ciudad de Iguala, en el sur de México, sus padres y diversas organizaciones protagonizaron una marcha para homenajearlos y descubrir monumentos en su recuerdo. Unas 4.000 personas llevaron a cabo ayer el mismo recorrido que hicieron la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 los estudiantes de la escuela del magisterio de Ayotzinapa cuando fueron atacados por policías municipales e integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos, que supuestamente los asesinaron.
"Hace un año que fuimos atacados en esta ciudad y no se ha dado respuesta a las demandas de justicia y esclarecimiento de los hechos", se quejó José Adolfo de la Cruz, uno de los estudiantes sobrevivientes. Al avanzar por las calles de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de la capital mexicana, se sumaron a la manifestación los integrantes del Comité de Familiares de Víctimas de Desaparición Forzada "Los Otros Desaparecidos", que al grito de "Ayotzi vive" expresaron su adhesión.
"Iguala estaba controlado por el narco y lo sucedido con nuestros compañeros de Ayotzinapa destapó la realidad del municipio en donde no eran solo 43, sino cientos de desaparecidos enterrados en fosas", manifestó Aldair Nava, estudiante de Ayotzinapa. Los miles de manifestantes pasaron por el Hospital Cristina, el cual negó atención a los estudiantes heridos durante el ataque y, después del mitin, arrojaron piedras contra el nosocomio y rompieron dos cristales.
"Fue aquí donde pedimos ayuda y recibimos negativa, nuestro hermano Eric recibió una bala que le atravesó la mandíbula. También aquí llegaron militares a sacarnos diciendo que nos entregarían a la policía municipal y cuando les dijimos que fueron precisamente ellos los que nos atacaron, solo dijeron que no teníamos heridas graves", relató De la Cruz. La noche del ataque, dos estudiantes fueron asesinados a tiros durante una conferencia de prensa en la que pretendían denunciar lo que estaba pasando. Otro estudiante apareció después muerto, con la piel de la cara arrancada. Además, fueron asesinadas una pasajera de un taxi, el chofer de un equipo juvenil de fútbol y un futbolista de 15 años.