Murieron 25 personas en Nigeria en atentados en bastiones de Boko Haram
Un coche bomba y una bomba explotaron por separado en una estación de colectivo y en un mercado en zonas del norte del país.
Los nuevos atentados tuvieron lugar en medio de una creciente violencia en el noreste de Nigeria antes de las elecciones del 14 de febrero, que genera temores de que los comicios no puedan celebrarse en esa región.
En el ataque más letal, al menos 20 personas murieron carbonizadas y otras 60 resultaron heridas al estallar un coche bomba en una estación de colectivos en Dukku, cerca de Gombe, capital del estado del mismo nombre, informaron fuentes de la Cruz Roja.
La explosión ocurrió en horas de la mañana, justo cuando la estación estaba repleta de gente, dijo el superintendente de la Fwaje Atajiri, citado por el diario nigeriano Premium Times.
Horas más tarde, cinco personas murieron y otras 20 resultaron heridas por la explosión de una bomba en el mercado central de la ciudad de Bouchi, en el noroeste de Nigeria, informaron fuentes de los servicios de emergencias a la agencia de noticias EFE.
La explosión en Bouchi, capital del estado homónimo, se produjo en horas de la tarde mientras los comerciantes se preparaban para el cierre de sus establecimientos.
La bomba estalló en un lugar muy próximo al puesto policial que hay en el interior del recinto, según testigos citados por Premium Times.
Ninguna organización se atribuyó los atentados, pero la zona ha sido repetidamente sacudida por ataques del brutal grupo islamista Boko Haram, que ha matado a unas 3.000 personas en lo que va del año como parte de su lucha por establecer un estado islámico.
En un ataque separado, presuntos milicianos islamistas irrumpieron ayer a los tiros y al grito de "Alá es Grande" en la ciudad de Geidan, en el noreste del país, a bordo de camionetas 4X4, dijeron hoy testigos que huyeron a The Premium Times.
El cabo de policía Musa Isa dijo que los insurgentes destruyeron las tres torres de telefonía celular de la ciudad del estado de Yobe, vecino a Gombe, dejándola sin comunicaciones.
Los agresores entraron en la cárcel local y liberaron a prisioneros, y también arrojaron bombas y prendieron fuego la comisaría, edificios de gobierno y cientos de vehículos en una estación de micros de larga distancia, dijeron testigos.
La ciudad de Gombe, donde ocurrió el atentado con coche bomba de hoy, ya había sido escenario de un triple ataque con explosivos atribuido a Boko Haram, el 31 de octubre.
El estado limita con Borno y Yobe, dos de os estados más afectados por la campaña armada iniciada por Boko Haram hace cinco años, que ya dejó más de 13.000 muertos, según cifras oficiales.
El malestar público ha crecido este año en medio de quejas de que las fuerzas de seguridad no han logrado contener la violencia.
Aunque los expertos coinciden en que es muy difícil evitar atentados aislados, la respuesta militar más amplia que se dio a la insurgencia ha sido muy criticada por su ineficacia.
El presidente Goodluck Jonathan, quien busca su segundo mandato, dijo en varias ocasiones que la victoria sobre Boko Haram estaba cerca, pero la violencia sólo ha escalado.
Los islamistas han provocado la huida de sus hogares de más de 1,5 millones de personas, lo que causó una crisis en la región noroeste, donde comunidades enteras hacen esfuerzos por integrar a los desplazados y cuidar de ellos.
En un reflejo de la gravedad de la situación, 185 personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron secuestrados la semana pasada de a ciudad de Gumsuri, en Borno.
El ataque recordó el secuestro de más de 270 chicas de una escuela de pupilas en la ciudad de Chibok en abril pasado, que fue reivindicada por Boko Haram.
El presidente, que es católico del sur del país, había prometido que algo así nunca volvería a suceder.
El rival del mandatario en los comicios de febrero, el ex dictador militar Muhammadu Buhari, es oriundo del norte musulmán, así que, para algunos especialistas, tendría mejores chances de contener la amenaza de Boko Haram.
Sin embargo, se cree que es poco probable que Buhari venza a un presidente que no sólo cuenta con la autoridad del cargo sino que además está apoyado por el aparato de un partido con grandes recursos materiales.
Nigeria, principal productor de petróleo de África, es el país más rico y poblado del continente.