En Uruguay, un sindicalista perdió la vida tras recibir un disparo durante un simulacro de técnicas y tácticas policiales. El disparo, que provenía de un arma que se suponía debía estar descargada, fue realizado por una compañera del fallecido, quien ha sido detenida y se enfrenta a cargos de homicidio culposo.

El fallecimiento de Fabricio Ríos, quien ocupaba el cargo de secretario general del Sindicato Policial Nacional (Sipolna), ocurrió en una chacra ubicada en Piedras Blancas, específicamente en el cruce de Camino Repetto y Rafael, en un polígono no oficial. Este evento formaba parte de un seminario organizado por el sindicato, que comenzó por la mañana y culminó en la noche con un entrenamiento que resultó trágico, donde la víctima, de 48 años, participaba como uno de los actores en un simulacro de asalto a un establecimiento de pagos y cobranzas.

A pesar de que Ríos fue trasladado de manera urgente a la policlínica Capitán Tula en un vehículo particular, los esfuerzos médicos no lograron salvar su vida debido a la gravedad de la herida sufrida en el hemitórax izquierdo.

Tras el incidente, el sargento Hugo Alonso, responsable de las actividades prácticas en el Centro de Entrenamiento y Tácticas Especiales de Defensa (CETED), afirmó que antes del comienzo del simulacro se realizó una verificación de que todas las armas estuvieran descargadas. En una entrevista con Medios Públicos del Uruguay, el sargento expresó que desconoce las circunstancias que llevaron al disparo accidental por parte de la oficial identificada como Virginia Hernández.

La abogada del Sipolna, Camila Francia, comentó que la situación se interpreta como un caso de "negligencia" y añadió que existe incertidumbre respecto a la razón por la cual el arma se encontraba cargada durante el entrenamiento.

Por su parte, el jefe de la Policía Nacional, José Manuel Azambuya, aclaró que la capacitación fue organizada por el sindicato y que, según su opinión, ni la Policía ni el Ministerio del Interior tienen la autoridad para prohibir tales actividades. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha indicado que el entrenamiento no contaba con la aprobación de la cartera de seguridad y que el uso de armas reglamentarias en dicho contexto estaba prohibido.