Obama honró a Kennedy en un nuevo aniversario de su asesinato
El presidente estadounidense encabezó una jornada de tributos al exmandatario John F. Kennedy a 50 años de su asesinato, con una emotiva visita a su tumba.
Dos días antes del 50° aniversario del crimen que conmocionó al mundo, Obama y su mujer, Michelle, acompañados por el expresidente Bill Clinton y su esposa, Hillary, se dirigieron al Cementerio Nacional de Arlington y colocaron una ofrenda floral ante la llama eterna que marca la tumba de Kennedy.
Los demócratas Obama y Bill Clinton tomaron de la mano a Ethel Kennedy, viuda de Robert Kennedy, el también asesinado hermano de JFK, mientras subían unas escalinatas hacia la llama eterna, adonde se les sumaron sus esposas para colocar una corona de flores azules y blancas unos metros por delante de la tumba.
El presidente y su antecesor demócrata en la Casa Blanca pusieron su mano sobre el corazón mientras un soldado tocaba una melodía fúnebre con un clarín parado cerca de una bandera estadounidense a media asta.
Obama no hizo declaraciones públicas, pero luego saludó y conversó con familiares de Kennedy, entre ellos Kathleen Kennedy Townsed, hija mayor del difunto Robert; Jean Kennedy Smith, hermana de JFK; y Jack Schlossberg, hijo de Caroline Kennedy y nieto del asesinado expresidente.
Más temprano, en la Casa Blanca, Obama entregó la Medalla Presidencial de la Libertad a numerosas figuras, entre ellas a Bill Clinton, a la popular presentadora y amiga personal Oprah Winfrey, al químico mexicano Mario Molina y el músico cubano Arturo Sandoval.
Fue Kennedy quien reinstauró esta medalla originalmente creada para honrar méritos civiles durante la II Guerra Mundial, elevándola al rango de máxima condecoración de Estados Unidos para civiles.
Sin embargo, su asesinato en Dallas, el 22 de noviembre de 1963, impidió que Kennedy hiciera entrega personalmente del galardón a los primeros homenajeados, que recibieron la modernizada Medalla Presidencial de la Libertad de manos de su sucesor, Lyndon B. Johnson, a comienzos de diciembre de ese mismo año.
Desde entonces, más de 500 estadounidenses y extranjeros recibieron el premio que cada año concede el presidente a aquellas personas que hayan contribuido de forma "significativa" a la seguridad y los intereses de Estados Unidos, a la paz mundial o en el mundo de la diplomacia, las artes, los deportes y las ciencias.
A ellos se unió hoy el expresidente Clinton, quien acompañado de su esposa y exsecretaria de Estado Hillary, regresó de este modo a la Casa Blanca, que ocupó desde 1993 hasta enero de 2001.
"A Bill le estoy agradecido por los consejos que me ha dado, dentro y fuera del campo de golf y por un trabajo que salva vidas en todo el mundo y que representa lo mejor de Estados Unidos", dijo Obama en referencia a la labor del expresidente a través de su Fundación Clinton, informó la agencia de noticias DPA.
Pese a las recientes críticas veladas de Clinton a la actuación de Obama frente a fallos y errores en su programa estrella, la reforma sanitaria, los dos se saludaron hoy calurosamente e intercambiaron bromas durante la ceremonia.
Más complicidad sin embargo se notó entre Obama y Oprah Winfrey, no sólo una de las mujeres más ricas e influyentes del país sino también amiga personal de la pareja presidencial y respaldo claro del mandatario en sus campañas electorales.
"Michelle y yo nos contamos entre sus muchos fans devotos y amigos", recordó Obama.
Entre los homenajeados también figuraron el premio Nobel de Química mexicano Mario Molina y el trompetista de jazz cubano Arturo Sandoval, quien desertó a Estados Unidos en 1990.
"En su juventud en Cuba, Arturo Sandoval amaba tanto el jazz que eso le llevó a la cárcel. Era la Guerra Fría y la única emisora de radio donde él podía escuchar jazz era la (estadounidense y por tanto prohibida) Voz de América, que era peligroso escuchar", resaltó Obama.
Del mexicano Molina, quien aparte de sus labores académicas forma parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, Obama resaltó hoy que su trabajo sobre la capa de ozono fue clave para despertar la conciencia mundial sobre las amenazas del cambio climático.
"Gracias al trabajo de Mario, el mundo se unió para combatir una amenaza común y hoy, inspirados por su ejemplo, estamos trabajando para dejar un planeta más seguro y limpio para las generaciones futuras", declaró el mandatario estadounidense.
En total, 16 personalidades nacionales y extranjeras de la política, las ciencias, las letras, los derechos civiles, el deporte y otros campos fueron homenajeadas hoy.
"Se trata de hombres y mujeres quienes, con sus extraordinarias vidas, nos recuerdan a todos la belleza del espíritu humano, los valores que nos definen como estadounidenses y el potencial que reside en cada uno de nosotros", afirmó Obama.