Obama nominó a Ashton Carter para ser el nuevo secretario de Defensa
El presidente del país norteamericano reconoció la trayectoria y el trabajo realizado por Carter, quien sabe combinar la perspectiva estratégica con conocimiento técnico.
Carter, de 60 años, es un “innovador que ayudó a crear” el programa para desmantelar las armas de destrucción masiva en el mundo y reducir “la amenaza del terrorismo nuclear”, conocido además por ser “respetado y de confianza” tanto para demócratas como para republicanos, señaló Obama.
Este reconocimiento se suma al ya obtenido dentro del ámbito de la Defensa y a su perfil más técnico y erudito que político, lo que le otorgaría a quien fuera el segundo del Pentágono hasta fines de 2013, una confirmación en el Senado que varios confían sería sin grandes complicaciones.
Parado junto a Obama, Carter aseguró que su nominación era “un honor y un privilegio” y señaló que su decisión de tomar el desafío de estar al frente de la Defensa nacional estuvo basada sobre “la seriedad de los desafíos estratégicos que afrontamos pero también por las oportunidades brillantes que hay para Estados Unidos”.
De ser ratificado por el Senado y convertirse en el cuarto Secretario de Defensa de la administración Obama, Carter se comprometió a darle al presidente su “consejo estratégico más sincero” y un “asesoramiento militar igualmente sincero”.
Carter, "número dos" del Pentágono entre octubre de 2011 y diciembre de 2013, es uno de los candidatos que sonó con más fuerza tras la dimisión de Hagel, y en los últimos días fuentes extraoficiales habían confirmado a la prensa su nominación.
El candidato a liderar el Pentagono trabajó bajo el mando de secretarios de Defensa republicanos y demócratas y es doctorado en Física de la Universidad de Oxford, así como también desempeñó altas posiciones dentro de las prestigiosas universidades de Harvard y MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Si es confirmado, Carter sustituirá a Hagel, ex senador republicano y veterano de la guerra de Vietnam, y que renunció el 24 de noviembre tras menos de dos años en el cargo.
Durante su mandato, Hagel tuvo importantes desacuerdos con asesores próximos a Obama sobre cuestiones como el conflicto sirio y el proceso de transferencia a otros países de los presos de la cárcel de Guantánamo.
Según la Casa Blanca, Obama cree que en este momento es necesario para el Pentágono un tipo de liderazgo distinto al que ejercía Hagel y así se lo hizo saber al ex senador, cuya salida fue decidida de mutuo acuerdo con el Presidente.
Hagel llegó al Pentágono en febrero de 2013 en un momento "de transición" con la tarea de gestionar la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que debe culminar a finales de año, y el recorte del presupuesto gubernamental para defensa.
En el camino, la crisis con Rusia por el conflicto en Ucrania y el ascenso de los yihadistas del EI pusieron a prueba su liderazgo.
La renuncia de Hagel dejó a Obama un vacío difícil de cubrir con una lista de candidatos muy corta, ya que la mayoría de los que se barajaron, entre ellos el senador demócrata Jack Reed, la ex jefa de política del Pentágono Michele Flournoy y el actual secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijeron no estar interesados en el cargo.