La ONU respaldó la Convención Internacional sobre Desaparición de Personas, impulsada por la Argentina. La medida fue adoptada por la Tercera Comisión de Derechos Humanos, que aprobó por unanimidad la Resolución L40, que reconoce que la aplicación de la Convención sobre Desapariciones Forzadas "contribuirá de manera significativa a poner fin a la impunidad y a promover y proteger los derechos humanos de todas las personas".

Asimismo, el organismo volvió a exhortar "a los Estados que aún no lo hayan hecho a que estudien la posibilidad de firmar y ratificar la Convención, o de adherirse a ella, como cuestión prioritaria". La Argentina copatrocinó el proyecto de resolución aprobado y el embajador argentino ante la ONU, Jorge Argello, fue el encargado de su presentación ante el plenario de la Asamblea General de la misma.

Cinco años después de su aprobación por la Asamblea General, la Convención internacional para la protección de todas personas contra las desapariciones forzadas entró en vigor el 23 de diciembre de 2010 tras el depósito del vigésimo instrumento de ratificación. Además, 90 Estados la han firmado y 30 la han ratificado o se han adherido a ella.

En su discurso ante la Asamblea General, Argüello expresó: "nuestro país, cargado en ese sentido de las peores experiencias en el pasado, pero también un ejemplo para el mundo de cómo reparar con memoria y justicia la violación de derechos, ve coronado el esfuerzo que hizo con otras naciones y actores civiles, sobre todo durante los últimos años, para encuadrar las desapariciones forzadas como un crimen de lesa humanidad".