En España rechazaron a otra argentina.

Esta vez, es una estudiante que iba hacia Alemania.

Nadia Quiroga, de veinticinco años, viajaba a Munich.

Hizo escala en Madrid, la demoraron cuarenta y un horas y la deportaron, aunque sus valijas siguieron hacia Alemania y todavía no las recuperó.

Estos casos se repiten de manera alarmante, y muchos no son conocidos por la prensa.

Se enmarcan en la dura política antimigratoria de los países de Europa occidental, muchas veces reñida con la legalidad y los derechos humanos.