Putin acusó al ejército ucraniano de ser una "legión extranjera" al servicio de la OTAN
El presidente ruso advirtió que muchos ucranianos "intentan huir" a Rusia para no ser "usados como carne de cañón".
Las afirmaciones de Putin fueron simultáneas a otras de similar calibre de su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, que acusó al gobierno de Kiev de "torpedear" el proceso de paz y de optar por una solución militar para el ya prolongado conflicto en el este de Ucrania.
Durante una conferencia de prensa conjunta en Moscú con su colega israelí, Avigdor Lieberman, el canciller fustigó los "intentos, una y otra vez, del gobierno de Kiev de resolver el problema mediante el aplastamiento por la fuerza del este (ucraniano)".
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que dichos intentos "no tienen futuro y, lo más importante, conducirán a nuevas víctimas entre la población civil".
Insistió también el canciller ruso que Moscú confía en que tanto Estados Unidos como Europa "no harán nada que haga creer a las autoridades de Kiev que todas sus acciones recibirán automáticamente el respaldo de Occidente".
Como parte de la escalada verbal del Kremlin, Putin, a su vez, puntualizó que "en esencia, ya no es un Ejército (el ucraniano), es una legión extranjera, en este caso, una legión extranjera de la OTAN".
Para el actual ocupante de la antigua ciudadela a la vera del río Moskova, Kiev trata de aprovechar las treguas "exclusivamente" para reagrupar sus fuerzas.
"Tienen unos objetivos totalmente distintos y tienen que ver con la consecución de los objetivos geopolíticos de contención de Rusia, lo que no coincide de ninguna forma con los intereses nacionales del pueblo ucraniano", agregó el mandatario ruso.
"Decimos con frecuencia: el Ejército ucraniano, el Ejército ucraniano. ¿Pero quién combate allí? realmente una parte son unidades oficiales de las Fuerzas Armadas pero, mayormente, son los llamados batallones de voluntarios nacionalistas".
Al dirigirse a los estudiantes de la Universidad Nacional de Minería "Gorni", en San Petersburgo, Putin lamentó que "las autoridades ucranianas renuncien a avanzar por la vía del arreglo pacífico y no quieran solucionar la crisis por medios políticos".
"Miles de personas ya han muerto y esa es una auténtica tragedia" señaló.
"Estos trágicos acontecimientos son, de hecho, una guerra civil. Y muchos en Ucrania, me parece, lo entienden perfectamente", expresó.
El sábado último treinta civiles murieron en la ciudad de Mariúpol en el ataque con artillería pesada contra un barrio residencial de ese puerto del mar de Azov, sede del gobierno regional de Donetsk leal a Kiev.
Las autoridades ucranianas responsabilizaron del bombardeo a las milicias separatistas prorrusas, que poco antes del ataque habían anunciado el comienzo de una amplia ofensiva en todo el este del país.
En ese fluido marco político, durante la jornada el gobierno ucraniano impuso el estado de emergencia en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde las milicias prorrusas lanzaron una ofensiva para reconquistar los territorios bajo control gubernamental.
"El Gobierno ha tomado la decisión de introducir el régimen de alerta máxima", cuyo objetivo es "la plena coordinación de las actividades de todos los órganos de poder para garantizar la seguridad de los ciudadanos", anunció Arseni Yatseniuk, primer ministro ucraniano.