Ratzinger ya entregó su anillo y siguen llegando cardenales para el cónclave
Benedicto XVI entregó ya el anillo del Pescador al cardenal camarlengo para que sea anulado, señal de que su pontificado ha concluido, confirmó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Lombardi reveló también que el acondicionamiento de la Capilla Sixtina, lugar donde se realiza el cónclave para elegir al Papa, "aún no comenzó".
El anillo del Pescador, que simboliza el poder pontificio, y el sello de plomo que usaba Benedicto XVI, fueron entregados a la Secretaría de Estado, que a su vez los entregó hoy a la Cámara Apostólica, encargada de administrar la Santa Sede cuando no hay Papa y que preside el camarlengo, el cardenal Tarcisio Bertone.
Tanto el anillo como el sello, que tienen la misma imagen de Pedro tirando las redes para pescar, serán anulados con varias rayas en forma de cruz, informó la agencia EFE.
Respecto a la Capilla Sixtina, Lombardi señaló que los trabajos de acondicionamiento aún no comenzaron ya que tiene que dar la autorización la Congregación de Cardenales, que se reunirá por primera vez el próximo lunes.
Los servicios técnicos vaticanos ya tienen todo el material previsto (las sillas, las mesas, la chimenea, entre otras), pero por el momento la capilla Sixtina, que fue llamada por Juan Pablo II "santuario de la teología del cuerpo humano", sigue abierta al público.
Por us parte, la plaza San Pedro del Vaticano está, como todos los días, llena de turistas y fieles que hacen largas colas para entrar en la basílica, así como de romanos que aprovechan los sábados para pasear por el recinto vaticano.
A dos días del comienzo de las dos primeras congregaciones de cardenales preparatorias del segundo cónclave del tercer milenio (el primero fue el de 2005), siguen llegando los purpurados a Roma, donde ya se encuentran más de 14o de los 207 que componen el Colegio Cardenalicio.
Según Lombardi, en Roma residen de manera permanente 75 cardenales y 66, venidos de otras partes del mundo, ya facilitaron su dirección en la ciudad, mientras se espera que el resto llegue entre el lunes y el miércoles.
El Colegio Cardenalicio está compuesto por 207 cardenales, de los que 117 tienen menos de 80 años. La normativa vaticana prevé que sólo pueden entrar en la capilla Sixtina esos purpurados. Los otros, aunque no puedan votar, sí pueden ser elegidos papa.
De los 117 electores, dos anunciaron ya que no participarán en el cónclave, uno el indonesio Julius Riyadi Darmaatmadja, por enfermedad, y otro, el británico Keith O`Brien, ex arzobispo de St Andrews y Edimburgo.
O`Brien renunció tras ser acusado de "comportamiento inapropiado" hacia otros religiosos en la década de los años 80.
Lombardi manifestó que seguramente no asistirán a las reuniones preparatorias algunos de los cardenales que superan los 80 años, por motivos de salud.
Hoy y mañana los cardenales no tienen ninguna reunión oficial, pero aprovecharán para mantener entrevistas privadas, comentar la situación de la Iglesia y diseñar el perfil que tiene que tener el próximo papa que, según coincide la mayoría, debe ser "relativamente joven", para guiar con energía la barca de Pedro.
En el Vaticano se considera "joven" a un cardenal que tenga entre 60 y 70 años.
Durante estas reuniones también comenzarán a definirse los grupos de cardenales que apoyan a un candidato y surgirán los "grandes electores", es decir los cardenales capaces de dirigir el voto.
Son considerados "grandes electores" por el poder que detentan en la Iglesia el cardenal decano Angelo Sodano, quien supera los 80 años y no podrá entrar en la Capilla Sixtina, y Bertone, que sí es elector.
Ya el lunes, la primera congregación de cardenales comenzará a las 9.30 (5.30 de Argentina) y la segunda a las 17 (13 de Argentina). Todas las reuniones de los purpurados se celebrarán en el Aula Nueva del Sínodo, en el complejo del Aula Pablo VI.
Sodano ya dijo que hasta que no estén todos los cardenales electores no se fijará la fecha del cónclave. La normativa vaticana establece que éste debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la sede vacante, con el objetivo de permitir a todos los cardenales del mundo acudir a Roma.
Pero puesto que muchos cardenales viajaron a Roma para acompañar a Benedicto XVI en sus últimos días de pontificado, el ahora papa emérito publicó un "motu proprio" que mantiene esas fechas pero permite un adelanto y la fecha que circula con fuerza es el 11 de marzo.