El fuerte temporal que afecta al norte de Italia ha generado importantes consecuencias, incluyendo ríos desbordados, evacuaciones masivas, pueblos aislados y al menos una persona desaparecida. La ciudad de Milán, centro económico del país, ha experimentado severos daños y la interrupción de varios servicios públicos. Este fenómeno meteorológico ha llevado a la declaración de alerta en 16 regiones italianas; las lluvias intensas han sido particularmente severas en las regiones de Veneto, Emilia Romaña, Liguria, Lombardía, Piamonte y Toscana.