Secretos de la decisión británica de hundir el Crucero General Belgrano
La primer ministro Margaret Thatcher tomó la decisión durante un almuerzo, según revelaron nuevos documentos desclasificados.
Ante la presencia "peligrosa" del portaviones 25 de Mayo de la Armada argentina, un gabinete de guerra presidido por Margaret Thatcher decidió atacar “cualquier buque, submarino y nave auxiliar argentina" que se juzgara un peligro para la Task Force (Fuerza de Operaciones), "no importa dónde se hallara".
Días después, la nueva regla, una ampliación de las Reglas de entrenamiento inglesas, fue aplicada al Crucero General Belgrano tras la decisión de Thatcher y un pequeño grupo de funcionarios y políticos reunidos el 2 de mayo a la hora del almuerzo en Chequers, la residencia de fin de semana de la primer ministro.
Un expediente del Foreign Office titulado "El hundimiento del crucero argentino General Belgrano" (FCO 7/4572) comienza con un telegrama de Francis Pym, titular de la cartera diplomática al jefe de la delegación británica ante la ONU en Nueva York.
Allí, le transmitía la noticia del ataque realizado por el submarino HMS Conqueror el 2 de mayo donde Pym defendió la acción bajo la premisa de que estaba "de acuerdo con las Reglas de Enfrentamiento acordadas el 2 de mayo", el mismo día del ataque.
El dossier también incluye además notas de una discusión en una cena del Eurogrupo ministerial de la OTAN en Bruselas el 5 de mayo durante la cual Kevin Tebbit, secretario británico del Eurogrupo, comentó que la decisión política había sido "tomada por un grupo del gabinete de ministros, presidido por la primera ministra”.
Sin embargo, John Weston, jefe del Departamento de Defensa del Foreign Office, cuestionó esa versión. "No he logrado encontrar ningún registro en las minutas del gabinete de guerra para tal decisión", advirtió en una nota a sus superiores.
Según aseguró el funcionario, "el hundimiento del Belgrano siguió a una decisión tomada por los ministros durante el fin de semana, en cuanto a que las Reglas de Enfrentamiento debían ser flexibilizadas de tal manera de permitirles a nuestros submarinos de propulsión nuclear atacar buques de guerra argentinos, estuvieran o no dentro de la zona total de exclusión, pero sin hacer referencia al crucero argentino", según informa un matutino.
"El Belgrano no había entrado en la zona total de exclusión y estaba moviéndose en dirección sudoeste cuando el ataque tuvo lugar", subrayó el alto funcionario del Foreign Office, según los documentos ahora desclasificados.