Las tropas sirias, apoyadas por tanques y disparando ametralladoras pesadas, tomaron hoy una aldea cercana a la frontera turca, en la última de una serie de operaciones del ejército en el noroeste del país, donde se produjeron fuertes enfrentamientos entre las tropas del gobierno y desertores.

Los Comités de Coordinación Local, un grupo que documenta las protestas, aseguró que las tropas respaldadas por seis tanques y varios vehículos blindados, entraron en Bdama, un pueblo que está a 20 kilómetros de la frontera turca. El ataque a Bdama se produjo un día después de que las fuerzas sirias atacaran a opositores en Maaret al-Numan, una ciudad situada en la carretera que une Damasco con la ciudad más grande de Siria, Alepo.

En tanto en la ONU, El Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal están patrocinando un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad para condenar a Siria. El levantamiento, que comenzó hace tres meses, continúa con sus demandas de renuncia del presidente Bashar al Assad, pese a la represión de las fuerzas militares, de seguridad y hombres armados seguidores del gobierno.

Los activistas de derechos humanos aseguran que más de 1.400 sirios fueron asesinados y 10.000 detenidos desde el inicio de la revuelta. El levantamiento demostró ser el más importante desafío a 40 años de permanencia de la dinastía de la familia Assad en el poder en Siria.