Si bien los detalles del acuerdo no fueron revelados, nadie duda de que fue uno de los encuentros sexuales más caros de la historia: ayer, los abogados de Dominique Strauss-Kahn cerraron un millonario acuerdo económico en Nueva York con Nafissatou Diallo, la mucama del hotel Sofitel que acusó de agresión sexual al ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El arreglo extrajudicial llegó una semana después de que el diario Le Monde revelara que las partes habían cerrado un acuerdo por el que Strauss-Kahn se comprometía a pagar seis millones de dólares a Diallo para zanjar la demanda civil que puso fin a su carrera política.

Pese a que el abogado de Strauss-Kahn, William Taylor, dijo que esa información era "completamente falsa", nadie dudaba de que el ex director del FMI deberá pagar a su denunciante una cifra muy elevada.

El abogado especializado en juicios civiles Matthew Galluzzo calculó entre "tres y diez millones de dólares" la cantidad final que abonará Strauss-Kahn, y la situó "más probablemente en torno a los cinco millones".

"Hace cerca de diez minutos llegamos a un acuerdo", anunció ayer el juez Douglas McKeon, al término de una corta audiencia en los tribunales del Bronx (norte de Nueva York), tras la cual aclaró que los términos del compromiso por el cual Diallo aceptó retirar los cargos por los hechos de mayo de 2011 son "confidenciales".

Los acuerdos financieros para poner fin a procesos civiles son muy frecuentes en Estados Unidos, ya que permiten a ambas partes evitar un proceso largo y costoso, además de incierto.

Vestida con pantalón y saco negros, Diallo, de 33 años y origen guineano, y a quien nadie había visto en público desde agosto de 2011, estuvo presente en la audiencia. Strauss-Kahn, en cambio, que ya había logrado el cierre de la causa penal en agosto del año pasado, no asistió.

"Sólo quiero agradecer a quienes me apoyaron en todo el mundo", dijo Diallo con calma en las escalinatas de los tribunales, después de la audiencia.

El acuerdo alcanzado ayer puso fin a un saga mediática y judicial de 20 meses, que destrozó las aspiraciones políticas de Strauss-Kahn.

El escándalo comenzó el 14 de mayo de 2011, cuando el político francés fue detenido dentro de un avión en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York cuando se disponía a viajar a París, después de que la policía recibiera una denuncia por acoso sexual de Diallo.

La mujer acusó a Strauss-Kahn de haberla asaltado sexualmente de forma "sádica, intencionada, brutal y violenta" cuando entró a limpiar la habitación del hotel donde se hospedaba el entonces director del FMI.

Strauss-Kahn, de 63 años, reconoció haber tenido una relación sexual "inapropiada", pero afirmó que fue consensuada y sin violencia. Estuvo detenido unos días en prisión y luego bajo un estricto arresto domiciliario en la Gran Manzana. La fiscalía de Manhattan, que impulsó rápidamente su inculpación, tuvo que abandonar los cargos penales tres meses más tarde, en agosto de 2011, por las inconsistencias y contradicciones en la declaración de Diallo, lo que supuso un increíble vuelco en el caso.