La provincia de Tierra del Fuego quedó incomunicada por vía terrestre del resto del país por un conflicto en Chile. Manifestantes chilenos cortaron las rampas de acceso a las embarcaciones en Bahía Azul, de ambos lados del estrello de Magallanes.

La medida irrumpe el servicio de barcazas que utilizan los fueguinos para ingresar al continente, previo paso por territorio chileno.

“El gobierno anunció un alza del 16,8 por ciento en el impuesto al gas de Punta Arenas, una ciudad que depende mucho de ese combustible. Se generó así un movimiento muy fuerte como medida de protesta, que provocó la muerte de dos personas”, explicó el periodista de ADN Chile, Cristian Fuenzalida.

“También están varados muchos cruceros que hacen estación allí cuando se dirigen a la Antártida. La situación es muy compleja”, dijo y señaló que son “alrededor de 400” las personas impedidas de regresar. Tampoco funciona el aeropuerto de Punta Arenas.

“Esto es inédito”, dijo Fuenzalida quien lamentó que “esto no tiene una salida de corto plazo”.

En ese marco, la gobernadora Fabiana Ríos pidió la intervención del gobierno nacional para que envíe fuerzas de seguridad a tomar contacto con los pobladores varados.

La mandataria calificó de “enorme gravedad” a la situación derivada de los bloqueos “efectuados por diversos sectores de la sociedad civil en Chile”.

Ríos envió una carta al ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien tiene a su cargo los asuntos de fronteras, solicitándole “su eventual intervención” ante las autoridades chilenas.