En un contexto en el que la guerra entre Ucrania y Rusia continúa generando tensiones internacionales y debates en torno al apoyo militar y financiero que recibe Ucrania, Donald Trump describió a Zelenski como un “dictador sin elecciones”, argumentando que el mandatario ucraniano se ha beneficiado de la asistencia estadounidense, que él estima en 350 mil millones de dólares, para llevar a cabo un conflicto que considera innecesario y sin posibilidad de victoria. 

Trump también hizo hincapié en la situación política interna de Ucrania, señalando que Zelenski se encuentra en una posición desfavorable en las encuestas y sugiriendo que su falta de elecciones es un indicativo de un liderazgo débil. Por su parte, Zelenski respondió a las críticas de Trump, señalando que el expresidente parece estar operando en un “espacio de desinformación”. 

El contexto de este enfrentamiento se ve agrandado por la reciente visita del enviado de Trump para Ucrania y Rusia a Kiev, así como las conversaciones entre funcionarios de Estados Unidos y Rusia que han tenido lugar en Arabia Saudita. Estas interacciones están marcadas por la preocupación de Ucrania y sus aliados europeos sobre la posibilidad de que se celebren acuerdos sin su participación, lo que podría afectar la soberanía y la integridad del país en medio de esta crisis.