Después de semanas de intensos enfrentamientos, Ucrania ha llevado a cabo una serie de ataques en el interior de Rusia, alcanzando varios puntos a cientos de kilómetros de la frontera común. Estos ataques, realizados con drones armados, han provocado incendios en importantes instalaciones energéticas y refinerías, como en la región de Smolensk, en el occidente ruso.