Un affaire sacude a Gran Bretaña. Y, salvo pruebas sólidas que demuestren lo contrario, tiene todos los ingredientes para que los sensacionalistas tabloides británicos estén como locos: un magnate todopoderoso traicionado por su íntimo amigo, un ex premier que se defiende de los "rumores infundados" y cientos de millones de euros en danza.

Resumiendo: el australiano Rupert Murdoch, dueño de varios medios de comunicación, decidió poner fin a su amistad con Tony Blair tras enterarse de que el ex primer ministro laborista habría mantenido una relación amorosa con su ahora ex esposa, Wendi Deng, de 44 años.

La primicia llegó anteayer, de la mano de The Mail on Sunday, que publicó la versión en su tapa y citó como fuentes a allegados de Murdoch, fundador de News Corporation, que engloba a varios medios de comunicación.

Según el diario, Blair y Deng habrían pasado algunos fines de semana juntos entre octubre de 2012 y abril de este año, en la casa familiar del empresario en California, sin que Murdoch lo supiera. Sin citar sus fuentes, el diario habló de "otros encuentros" entre ambos en Londres y Nueva York, aunque admitió no tener pruebas concluyentes de una relación amorosa.

"Rupert Murdoch no quiere saber nada de Tony Blair nunca más", declaró al tabloide un amigo cercano al multimillonario, de 82 años. "Rupert actuó en este asunto de modo muy cuidadoso, no a la ligera. Cualquiera que piense que tomó al mismo tiempo la decisión de romper su matrimonio y su larga amistad sin una causa justificada está, simplemente, equivocado", agregó.

Mientras que la única reacción de Murdoch ante el bombazo fue un escueto "no hay comentarios", la desmentida por parte del entorno de Blair llegó de inmediato.

"Murdoch sacó una serie de historias ridículas entre Wendi y Tony que no son verdaderas. Son los delirios de un hombre viejo y triste", fustigó un amigo del ex premier.

Otros allegados a Blair, en tanto, recordaron que éste es muy amigo de Deng desde hace años y que sus encuentros nunca fueron a espaldas de nadie. La defensa más acérrima, llamativamente, fue la de Cherie Blair, casada con el ex premier desde hace más de tres décadas, que, según The Mirror, estaría "muy enojada" por el rumor "insultante" e "infundado".

No es la primera vez que el rumores de un affaire con Deng se cierne sobre Blair; cuando Murdoch anunció su divorcio, en junio, se especuló con esa posibilidad. Y, también entonces, Cherie salió en defensa de su marido.

Los Blair, de hecho, fueron íntimos amigos de la pareja Murdoch-Deng durante años, hasta el punto de que Blair fue elegido padrino de Grace, una de sus hijas.

La estrecha relación entre el político y el empresario empezó en 1997, cuando, en un giro inesperado, sus tabloides, de corte políticamente conservador, pidieron en las elecciones de ese año el voto para Blair, al que calificaban como "una bocanada de aire fresco".

La noticia del affaire explotó apenas una semana después de que Murdoch y Deng firmaron un acuerdo de divorcio, en Nueva York, que puso fin a 14 años de matrimonio. Con una fortuna estimada en 9000 millones de euros, todo hacía presagiar que se trataría de una de las rupturas más costosas de la historia. Pero, días atrás, se supo que la fortuna de Murdoch está blindada: antes de casarse, el empresario hizo que Deng firmara un conveniente acuerdo prematrimonial.

Se trató del tercer divorcio de Murdoch, que, tras el segundo, procuró no volver a cometer el mismo error: Anna Torv, su segunda mujer, logró quedarse con 1275 millones de euros cuando se separaron, en 1998, tras 32 años de matrimonio. De todas formas, Deng habría logrado conservar un lujoso tríplex frente a Central Park, en Nueva York, donde vive con sus dos hijas, y una casa en Pekín.