Los investigadores afirman que se ha dado un gran paso adelante en el campo del trasplante de órganos, después de que un mono sobreviviera durante más de dos años con un riñón de cerdo modificado genéticamente.

El trabajo es el último que surge de la empresa biotecnológica estadounidense eGenesis y la Escuela de Medicina de Harvard, donde los científicos ven a los cerdos genéticamente alterados como una posible solución a la escasez global de donantes para pacientes con insuficiencia orgánica.