Volvió Annan a Siria, tras la nueva matanza
Unas cien personas murieron en Houla el viernes último, en un hecho que la ONU atribuye al Gobierno de Bashar al-Assad y Rusia a "responsabilidades compartidas".
El enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Arabe para mediar en el conflicto en Siria, Kofi Annan, llegó nuevamente a Damasco y afirmó que el gobierno de Bashar al Assad tiene que tomar medidas "audaces" para demostrar su intención de resolver pacíficamente la crisis.
A través de su portavoz, Ahmad Fawzi, el ex secretario general de la ONU señaló que tenía la intención de mantener "discusiones serias y francas" con el presidente Al Assad, y se mostró "horrorizado" por la matanza en la ciudad de Houla, el viernes último, en la que murieron más de 100 personas.
La visita de Annan tiene lugar luego de que anoche el Consejo de Seguridad de la ONU responsabilizara al gobierno sirio por los hechos, pese a que Damasco niega toda responsabilidad en la masacre, que entre otras víctimas se cobró la vida de más de 30 niños. Un comunicado de la organización internacional precisó que esas muertes se produjeron "en ataques en los que hubo artillería y disparos de carros de combate del Gobierno sobre un barrio residencial".
"El Consejo de Seguridad también condenó la muerte de civiles por los disparos a corta distancia y los graves maltratos físicos", según consta en un documento leído por el portavoz del Consejo, el embajador adjunto de Azerbaiyán, Tofig Musayev, luego de tres horas de reunión a puerta cerrada.
El jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, general Robert Mood, anunció previamente la llegada de Annan, en una misión tendiente a alivianar, dijo, "el sufrimiento del pueblo sirio".
Paralelamente al arribo del mediador internacional, activistas opositores reportaron un nuevo ataque con proyectiles a Hama, ciudad ubicada en el centro del territorio sirio. El opositor Consejo Nacional Sirio, en tanto, exigió el uso de la fuerza militar internacional en base al capítulo séptimo de la Carta de la ONU, "de lo contrario todo Siria caerá en una guerra civil", afirmó el presidente del organismo, Burhan Ghaliun.
Por su parte y como un signo de la envergadura que tomó el conflicto, los Hermanos Musulmanes de Egipto pidieron una intervención internacional urgente en Siria después de la masacre en Houla. "Los Hermanos Musulmanes piden a los gobiernos árabes, islámicos e internacionales (...) y a la gente del mundo libre que intervengan para detener estas masacres", afirmó un portavoz del grupo islamista, Mahmud Ghozlan.