Xi Jinping: "La reforma y la apertura decidirán el destino de China"
El presidente de la república comunista dijo que las nuevas reformas, que dan mayor poder de decisión al mercado, también "serán claves para el sueño del rejuvenecimiento nacional.
El presidente de China, Xi Jinping, afirmó que "la reforma y la apertura decidirán el destino" del país, al explicar las medidas adoptadas tras el Plenario del Comité Central del XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh). "La reforma y la apertura decidirán el destino de la China moderna. Son también claves para alcanzar el sueño del rejuvenecimiento nacional", señaló Xi, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
El mandatario chino consideró, además, que las reformas y los esfuerzos de apertura cambiaron profundamente la imagen de China, de su gente, del partido, y permitieron que el país se convierta en un integrante significativo de la comunidad internacional. Xi explicó que en abril pasado el Buró Político del PCCh decidió que la "reforma" sería el tema del Plenario y que desde entonces un grupo, liderado por él, trabajó en un borrador con opiniones del interior del partido y otras organizaciones.
Durante la elaboración del borrador, quedó claro que era "una misión estratégica" llevar a cabo "reformas profundas y comprensivas" y que en 2020 se habrán logrado "resultados decisivos en sectores clave". A excepción de reformas profundas -continuó Xi- no hay otra manera de superar los riesgos y retos y mostrar las ventajas del socialismo con características chinas.
"Es imposible impulsar reformas sin riesgos o cambios en las actuales instituciones", señaló el presidente chino. Por otro lado, enfatizó que la reforma económica es la clave de todo el motor de reforma del país y que la adecuada relación entre el mercado y el Gobierno continúa siendo el núcleo de la reforma económica.
"China tiene que seguir las leyes básicas de la economía de mercado y trabajar en los problemas que existen bajo un sistema de mercado en vías de desarrollo, excesiva intervención gubernamental y una débil supervisión del mercado", subrayó. Aunque aclaró que permitir que el mercado decida no significa dejar que decida todo: "la economía de mercado socialista necesita del mercado y del Gobierno, pero en diferentes roles", acotó.