“Si hay un escenario de acción criminal por delito sexual, yo me voy de la causa. Lo hablé con Mangeri”, declaró Pierri esta mañana al salir de su estudio jurídico, antes de realizar una serie de presentaciones en el expediente que investiga la muerte de la joven de 16 años.

Consultado sobre la posibilidad de que esta decisión lleve al portero a mentirle y negarle un posible acto sexual que en realidad sí ocurrió, el letrado explicó: “Uno tiene años en estos y se da cuenta; si hay un escenario de abuso, así reciba una sanción del Colegio de Abogados, yo me voy de la causa”.

De acuerdo a la versión de Pierri, el encargado del edificio de la calle Ravignani en el que Ángeles vivía con su familia le negó rotundamente la posibilidad de un ataque sexual a la menor. Sin embargo, las últimas pericias aportadas a la causa provocaron algunas dudas en los equipos de Pierri.

El propio abogado admitió que el cotejo de ADN ubica a su defendido “muy cerca de la víctima” –las pruebas indican que la adolescente habría arañado a Mangeri- pero aclaró que primero quiere conocer cómo se realizaron las extracciones que dieron origen a la pericia.

“Además todavía faltan otras cuatro pruebas de ADN: tres de las ataduras y una del baúl del auto, que son tan importantes como la que se conoce”, aseguró Pierri.

La estrategia del estudio de abogados que defiende al portero es probar que Mangeri no estuvo solo en la escena del crimen. Es más, ayer deslizaron que existe la posibilidad que el encargado haya intentado “encubrir” la acción criminal de otro partícipe