El 23 de septiembre de 2010 Enzo Abel Gallo ingresó al Hospital Vera Barros porque le dolía la panza. Tras un confuso episodio y ante la palabra de los profesiones de la salud, fue llevado a la clínica privada Sanatorio Rioja donde debía ser operado de urgencia por una peritonitis.

"Me mienten, me dicen que mi hijo estaba grave, que debía ser operado en otro lugar de modo urgente, una mentira probada luego en la autopsia. Me piden tres mil pesos, no le hacen estudios, ni lo revisan porque sabían que estaba bien", contó Gallo por Radio Continental.

La muerte del niño, según cuenta su padre fue producto de una serie de negociados que realizó una asociación ilícita del ámbito de la salud pública en la provincia de La Rioja que también tiene lazos con la justicia y con esferas del poder político.


A  partir de la desgracia que le tocó vivir a la familia, Alejandro fundó la Fundación Enzo Abel Gallo con el objetivo de "mejorar la salud, equilibrar la justicia y elevar la calidad en las provincias".

"Lo único que queremos es justicia por un chico que ya no vuelve", concluyó.