Asesinan a remisero y lo entierran en el fondo de una casa
Juan Roberto Cambel Ortiz, de 60 años, fue ultimado a golpes en la nunca y de un puntazo en el pecho; sus restos fueron enterrados en el fondo de la casa del presunto asesino (que seguía prófugo esta mañana) y cubierto con cal y piedras. Fue detenida la esposa del sospechoso.
Un remisero de 60 años fue asesinado por un pasajero a golpes en la nuca y de un puntazo en el pecho, y su cuerpo fue enterrado en el fondo de una casa y cubierto con cal y piedras en el partido bonaerense de Merlo.
Por el hecho, la mujer del pasajero quedó detenida y la policía buscaba al presunto autor, mientras los investigadores intentan determinar si el crimen está vinculado con un intento de robo o si se trató de algún tipo de ajuste de cuentas.
La víctima fue identificada como Juan Roberto Cambel Ortiz, cuyo cadáver fue hallado ayer por la tarde enterrado en los fondos de una casa en la calle Gorriti 450, en el barrio Pompeya de ese partido del oeste del conurbano bonaerense.
Según los investigadores, todo comenzó el sábado por la tarde, cuando un hombre llegó hasta la remisería del barrio y pidió un viaje. El pasajero se subió a un remís Renault 9 y Cambel Ortiz lo llevó hasta el destino, en Gorriti al 400, a unas ocho cuadras de distancia.
Al llegar al lugar, tanto el pasajero como el remisero se bajaron del vehículo e ingresaron a la vivienda, sin que se observaran peleas ni discusiones.
Como el remisero no regresaba a su lugar de trabajo, el dueño de la remisería y sus compañeros lo fueron a buscar por la noche hasta la casa donde debía realizar el viaje, pero no lo hallaron. Lo que sí encontraron fue el remís abandonado a unas cuatro cuadras de la remisería, con las llaves puestas y los teléfonos de la víctima sobre uno de los asientos y encendidos.
La hija de Cambel Ortiz realizó la denuncia por la averiguación de paradero el domingo a primera hora de la mañana en el Destacamento Policial de Pompeya, en Merlo. Casi en paralelo, la concubina del dueño de la casa de la calle Gorriti se presentó en una comisaría y relató que estaba asustada porque había recibido un mensaje de texto en su teléfono celular de parte de su pareja, que le decía que no fuera a la parte trasera de su vivienda porque había enterrado un cuerpo.
Ante esa situación, la policía concurrió al lugar y con una orden judicial se realizó un allanamiento, durante el cual se encontró una loza rota en los fondos, donde luego fue hallado enterrado el cadáver del remisero.
El cuerpo de Cambel Ortiz estaba tapado con cal, cemento, piedras y presentaba al menos cuatro golpes fuertes en la nuca provocados por un caño o un palo, como también un puntazo debajo de una tetilla.
Los investigadores encontraron rastros de sangre en la pantalla de un televisor en el living, como también en un mantel, por lo que se sospecha que el remisero fue asesinado en ese lugar y, luego, enterrado en el fondo.
La Justicia ordenó la detención de la mujer del dueño de casa, aunque el hombre no fue hallado en el lugar y ahora es intensamente buscado.
“La mujer quedó detenida porque se detectaron contradicciones entre lo que dijo y lo que dicen los vecinos. Por ejemplo, ella dice que no había estado el sábado con su pareja, pero los vecinos los vieron juntos cerca de las 18 de ese día”, dijo un jefe policial.
En tanto, anoche, decenas de vecinos y familiares del fallecido protagonizaron algunos incidentes en la puerta de la casa de Gorriti 450, donde prendieron fueron un Fiat Duna presuntamente del prófugo y rompieron un portón de ingreso.
Las sospechas de los investigadores apuntan a que el remisero podría conocer a sus atacantes y que pudo haber sido víctima de algún tipo de ajuste de cuentas, aunque no descartan la hipótesis del homicidio en ocasión de robo.