Crimen en Palermo: Liberan al portero y siguen prófugas la mucama y su cómplice
El portero que fue detenido acusado de ser cómplice en el crimen de la mujer que murió asfixiada durante un robo en su departamento de Palermo fue liberado por falta de mérito.
Aún permanecen prófugas la empleada doméstica y la mujer no identificada que ingresó al edificio.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la decisión de liberar a Patrocinio Pérez González (59), el ayudante de portería del edificio de la avenida Del Libertador 3122, donde el 4 de mayo fue asesinada Alicia Ruth Sasson (53), fue adoptada hoy por la jueza de instrucción a cargo de la causa, Karina Zucconi.
Los voceros indicaron que al dictarle la falta de mérito, la jueza no lo excluyó de la causa y seguirá investigándolo, pero entendió que aún no hay pruebas suficientes que indiquen que Pérez González estuviera al tanto de que las dos mujeres que están siendo buscadas como autoras irían a robar y a cometer un homicidio en el departamento 1ro. "B".
Pérez González estuvo 10 días preso en el penal de Ezeiza acusado como partícipe de un "homicidio agravado críminis causa" y cuando fue indagado por la jueza Zucconi sólo dijo que era inocente y se negó a contestar preguntas.
Su defensor, Angel Ramallo, dijo a Télam que sabía que no había elementos suficientes en el expediente como para atribuirle una participación en el crimen y que si estuvo preso fue "por los nervios que le generó ser interrogado por la policía".
El encargado quedó comprometido en la causa cuando la policía y la fiscal Graciela Bugeiro revisaron los videos de las cámaras de seguridad del edificio.
En su primer contacto con la policía, Pérez González había dicho que antes de que encontraran asesinada a la víctima, él había visto irse del edificio a la empleada doméstica sola.
Pero en los videos se ve que la empleada, a quien conocían con la falsa identidad de "Silvia Cáceres", no sólo se había retirado a las 8.58 con otra mujer desconocida y ajena al edificio, sino también que fue el propio Pérez González quien, a las 8.28, le había permitido el ingreso al edificio a la esta sospechosa y además le indicó el camino hacia el 1ro. "B".
En su declaración testimonial en la comisaría y antes de quedar preso, el encargado explicó que al principio no mencionó la llegada de esta mujer porque cometió "un error" en dejar ingresar una extraña al edificio sin consultar al propietario y no quería "tener inconvenientes" con su trabajo.
También dijo que si le abrió a la desconocida fue porque la mucama "Silvia" le había avisado a través del portero eléctrico que iba a llegar una amiga para ver un trabajo en la casa de la hija de su patrona.
Pero el encargado también quedó comprometido por cuatro llamadas entrantes que recibió en su celular entre las 7.10 y las 7.50, desde el celular que usaba la mucama de origen paraguayo ahora prófuga.
Los detectives de la comisaría 53ra. y de la División Homicidios continúan trabajando en la identificación, localización y captura de las dos sospechosas: la mucama "Silvia Cáceres" -cuyo DNI anotado en los recibos de sueldo no concuerda con la identidad que dio-, y la desconocida que había ingresado y escapó después con la empleada doméstica.
El crimen ocurrió el sábado 4 de mayo por la mañana y fue descubierto por el viudo, Isaac Juejati, cuando a las 11.40 regresó del templo, encontró la puerta de servicio de su departamento entreabierta y halló en su dormitorio a su mujer desvanecida, atada de pies y manos con medias de nailon, arrodillada a un costado de la cama, con la cabeza apoyada en el colchón y una sábana con sangre junto a su cara.
El hombre le cortó las ataduras, intentó reanimarla, pero Sasson había muerto por asfixia, cuando la sofocaron con las sábanas y almohadas ensangrentados que encontraron a su alrededor.
La mucama, que trabajaba desde marzo con el régimen de cama adentro, había desaparecido, y en el dormitorio se constató que habían revuelto todo el placard y de allí se robaron unos 3.000 pesos, un billete de cinco dólares y las joyas que Sasson guardaba en una caja de seguridad que apareció abierta.