Desmienten que haya datos de ADN que favorezcan a Osvaldo Martínez
El juez de la causa, Guillermo Atencio, dijo que "no existe un dato oficial". Más temprano, trascendió que un análisis preliminar de las armas homicidas habían dado negativo con respecto al principal acusado.
El juez del cuádruple crimen de La Plata, Guillermo Atencio, demintió que existan datos preliminares que favorezcan a Osvaldo Martínez.
Esa fue la versión que tomó fuerza desde este martes.
Los resultados recién estarán listos para el miércoles, confirmó el magistrado, quien aclaró que "no existen datos oficiales" sobre las pericias.
Atencio dijo que este informe será un aporte más que deberá ser analizado en la causa.
Los trascendidos indicaban que los estudios preliminares sobre varios elementos encontrados en la casa de La Plata donde mataron a cuatro mujeres en noviembre pasado dieron negativo con respecto al ADN de Martínez, hasta ahora, único acusado.
Los análisis se realizaron sobre el palo de amasar, un cuchillo y las huellas encontradas bajo las uñas de una de las víctimas.
De ser negativos los resultados del análisis final, la defensa de Martínez tiene previsto exigir que los patrones genéticos se comparen con otros tres hombres.
Entre ellos, está el remisero Marcelo Tagliaferro, testigo clave en la causa porque reconoció a Martínez en rueda de presos como el hombre que la noche del crimen salió de la casa de la calle 28, entre 41 y 42, en el barrio La Loma de La Plata y le ordenó que se fuera porque su pasajera, Marisol Pereyra (una de las víctimas), se quedaba.
De acuerdo a la hipótesis de los investigadores, aquella noche del 27 de noviembre pasado, Marisol, de 35 años, pasó por la casa de su amiga Bárbara Santos, de 29, donde vivía además su hija de once años, Micaela Galle, y su ex compañera de trabajo y madre de Bárbara, Susana Barttole.
El fiscal Garganta sospecha que en un arranque de celos porque Bárbara iba a salir con Marisol, Martínez mató a su ex pareja y luego acuchilló a la madre y a la nena, momento en el cual llegó la amiga en un remís y también decidió asesinarla.
El karateca, sin embargo, negó haber estado en la casa de la masacre, pese a que su celular se activó en esa zona a la hora del crimen.