Indagarán en las próximas horas los dos detenidos por el asesinato de un policía bonaerense en Banfield.

Néstor Aranda, de cuarenta y ocho años, con veinticuatro años de servicio y padre de siete hijos, murió al intentar evitar un asalto en la esquina de Lavalle y Miguel Cané.

El jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin, lo calificó como “un héroe”. Además, informó que los detenidos son “dos mayores de edad” y precisó que, tras asesinar al suboficial, los agresores “le robaron el arma reglamentaria”.

Finalmente, anunció el “ascenso post mortem” para Aranda, quien era teniente primero y es el quinto efectivo asesinado en lo que va de 2012.