Indemnizarán a un nene mordido por un perro Rottweiler
El animal mordió al joven cuando este se encontraba jugando con otros niños. Los dueños deberán pagar la suma de 35 mil pesos a la familia de la victima.
La sentencia dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de La Matanza, remarcó que "es un hecho público y notorio y que no necesita ser probado, que los perros de raza 'rottweiler' son canes peligrosos y agresivos".
La Sala I de la Cámara confirmó la demanda por "daños y perjuicios" y rechazó los argumentos de los propietarios del perro que insistían en advertir la conducta hostil del menor hacia el animal.
Además, el fallo remarcó que el hecho no se hubiera producido si el rottweiler hubiera llevado bozal, "máxime cuando el can estaba bajo el cuidado del hijo de los propietarios que ese momento alcazaba los escasos 8 años de edad, con lo cual se agrava la responsabilidad de sus progenitores".
El fallo fue dictado por los jueces Ramón Domingo Posca, Eduardo Angel Alonso y José Nicolás Taraborrelli, al ratificar condena en primera instancia a indemnizar "todos los daños y perjuicios causados, con más sus intereses y costas". Por daño estético se estimó 35 mil pesos y 500 por gastos médicos y traslados.
Los dueños apelaron bajo una serie de argumentos, entre los ellos la queja porque no se hubiera tenido en cuenta al testigo que aseguró que el niño víctima "era problemático y que le tiró el palito otra vez y el perro sin querer le agarró el pie".
Tampoco las afirmaciones de otro testigo que afirmó que "el menor era malo, travieso y peleador", mientras que el perro "era manso y afectuoso y solo una provocación externa pudo contrariar su habitual conducta".
Los dueños del perro aseguraron que "nada se señaló sobre la falta de vigilancia de los padres del menor sabiendo que jugaba con el peligroso animal, máxime que el perro se encontraba siempre suelto sin bozal y, según sus dichos (los de la víctima), habían existido otros antecedentes de incidentes del animal con otros vecinos".
Según el fallo, el perro estaba siendo paseado sin bozal por un menor, hijo de los propietarios condenados, que habían llegado de vacaciones al conglomerado donde vivían, y el niño víctima, que hasta poco antes había estado jugando a las cartas con otros menores, por razones que no están claras fue atacado cuando salio corriendo y quedó atrapado entre dos coches.
"Quedó demostrado que no fue un simple roce, sino todo lo contrario, una verdadera lesión física en la pierna del niño, según dan cuenta e ilustran las placas fotográficas que son lo suficientemente elocuentes como para demostrar la lesión estética que le ha quedado como secuela", sostuvo el fallo.
También se resaltó que "llama poderosamente la atención que de los cinco testigos ofrecidos por los accionados, ninguno de ellos viven en el complejo edilicio donde tienen suresidencia las partes y en donde ha ocurrido el hecho".