En Mendoza, sospechan que el joven de trece años es el autor del cuádruple crimen.

Los investigadores precisaron que las muertes fueron perpetradas por una misma persona. Además comprobaron que, en la vivienda, sólo estuvieron las víctimas y el sobreviviente.

Las necropsias sirvieron para saber que el atacante es diestro, aplicó la misma fuerza en los puntazos y, por su peso, es alguien pequeño.

El primero de los asesinados fue Ezequiel, de diez años; luego su madre, Mónica, de cuarenta y nueve; y, por último, los abuelos Alí, de ochenta, y Sara, de ochenta y tres.