Ocultó que era diabético para que le dieran la licencia de conducir
Lo reconoció Rubén Botta, el taxista que atropelló y mató en Recoleta el mes pasado a la joven Leonela Noble, durante su declaración ante el juez de la causa.
El chofer, de 35 años, amplió ayer su indagatoria ante el juez de Instrucción Alberto Baños, ante quien reiteró que no recuerda cómo fue el accidente porque sufrió un shock hipoglucémico y que vivió todo "como un sueño".
El taxista está acusado de "homicidio culposo" y excarcelado y ya había prestado una primera declaración indagatoria ante la jueza subrrogante, Silvia Ramond.
Acompañado por su abogado defensor, Julio Golodny, Botta le dio a Baños la misma versión que a Ramond pero a las preguntas del juez admitió que al momento de solicitar el registro de conducir profesional no declaró que era diabético.
Fuentes judiciales informaron que el magistrado cuenta con la declaración jurada de Botta en aquel entonces, firmada por un médico, en el que no admite que era diabético en el casillero del registro que se le preguntaba por esa enfermedad.
Los mismos voceros señalaron que el taxista le dijo al juez que omitió esa información por temor a que no le dieran el registro.
En otro tramo de la indagatoria, el magistrado le preguntó a Botta si había tenido otro shock como el del día del hecho a lo que el imputado respondió que fue el primero.
En ese sentido, dijo que no detuvo su marcha cuando conducía el taxi porque nunca se sintió mal y que no se dio cuenta del momento en el que entró en un estado de somnolencia.
El taxista señaló que luego habló con su médica diabetóloga sobre el incidente y explicó que todo lo ocurrido fue "como un sueño" y que por ello no recuerda los hechos.
Entonces, el juez le preguntó por qué tenía un caramelo en la mano al momento del accidente y Botta respondió que no lo recuerda pero que lo debe haber tomado durante su estado de inconsciencia.
El taxista, que desde el accidente bajó unos diez kilos, también reiteró que él se controlaba la diabetes.
Tras la indagatoria, de la que también participó la fiscal María Paula Asaro, se estima que el juez Baños resuelva entre mañana y pasado la situación procesal del acusado.
Botta se encuentra excarcelado desde el 13 de febrero, dos días antes de ser dado de alta del Hospital Fernández, donde estuvo alojado desde el momento del choque por sus problemas de diabetes.
La fiscal Asaro apeló ante la Cámara del Crimen la excarcelación de Botta y pidió que vuelva a ser detenido.
Según argumentó la representante del Ministerio Público Fiscal, aún no está probado que el chofer sufriera un shock hipoglucémico y que, por lo tanto, su marcha a toda velocidad y en contramano por la avenida Santa Fe puede interpretarse como un intento de fuga para eludir el accionar de la Justicia.
Los abogados defensores de Botta intentan que su cliente sea declarado inimputable, ya que consideran que al estar en shock no podía dirigir sus acciones cuando se produjo el accidente.
El hecho ocurrió el 29 de enero, cuando el taxi Ford Focus conducido por Botta transitaba a gran velocidad por avenida Santa Fe hacia el lado de Palermo, embistió una moto, chocó con un colectivo de la línea 152 y pasó a circular en contramano por los carriles que van hacia la avenida 9 de Julio.
Según quedó grabado en las cámaras de seguridad de la Policía Metropolitana, el Focus embistió a otro taxi, un Chevrolet Corsa, que cruzaba Santa Fe por Montevideo, y colisionó con un tercer taxi, un Volkswagen Suran.
Leonela Noble (22), quien caminaba hacia un banco a cobrar el cheque del primer aguinaldo que le habían pagado en el consultorio médico donde trabajaba, murió en el lugar, en tanto otras cinco personas atropelladas sufrieron politraumatismos.
En su indagatoria, Botta explicó que sufrió un pico de hipoglucemia, que estaba inconsciente cuando perdió el control de su vehículo y que no recuerda nada desde que conducía por avenida Del Libertador y Tagle, a más de 20 cuadras del lugar del accidente.