Pidieron perpetua para el viudo y un ex empleado por el crimen de Silvia Prigent
El Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro dio por concluido el debate iniciado el 1 de septiembre y anunció que el veredicto y la eventual sentencia se conocerán el 22.
Un fiscal solicitó la pena de prisión perpetua para el empresario Daniel Sfeir y un ex empleado suyo, en el juicio por el crimen de la esposa del primero, la docente Silvia Prigent, asesinada de dos tiros en la cabeza en diciembre de 2011, en un basural de la localidad bonaerense de Tigre, informaron hoy fuentes judiciales.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro dio por concluido el debate iniciado el 1 de septiembre y anunció que el veredicto y la eventual sentencia se conocerán el próximo 22 de este mes.
El fiscal Cosme Iribarren, titular de la Unidad Funcional de Instrucción de Don Torcuato y quien llevó adelante la acusación en el juicio, solicitó en su alegato la pena de prisión perpetua al entender que Sfeir (53) y el otro acusado, Jorge Bini (63), alias "El Pai" o "Indio", eran coautores de un "homicidio calificado por el vínculo".
Iribarren también solicitó que se investigue por falso testimonio al hijo de 17 años de la víctima y el imputado; por encubrimiento a la presunta amante del acusado, María Cristina Soria; y hasta denunció por prevaricato al abogado Rubén Jones, defensor de Sfeir.
El abogado José Vera, representante legal de la familia de Prigent, coincidió con el fiscal y pidió prisión perpetua para los dos acusados, al igual que la abogada Natalia Rodríguez, quien actuó en el debate como patrocinante del hijo de la víctima.
En cambio, tanto el abogado Jones por Sfeir, como el defensor oficial Gonzalo Paredes Abba por Bini, solicitaron la absolución de los dos imputados.
El fiscal dijo en su alegato que la muerte de Prigent fue el desenlace de "un plan criminal pensado con antelacion", en el que los imputados "no sólo se encargaron de engañar a la víctima para trasladarla hacia su lugar de muerte y ultimarla de dos disparos", sino también de llevar a cabo acciones posteriores "con claro objeto de desviar la investigación y procurar su impunidad".
Sfeir declaró en la última jornada del debate, se desvinculó del crimen y afirmó que cree que Bini pudo ser el autor del homicidio porque se había enamorado de su esposa.
A diferencia de lo que pasó en la instrucción, donde al ser indagado brindó dos versiones contrapuestas de lo sucedido, en el juicio Bini no declaró, pero sí denunció que, en uno de los traslados, su ex patrón Sfeir le propuso que se "haga cargo" del asesinato y a cambio le pagaría "veinte millones de pesos".
Es que ya en la instrucción, Bini se declaró culpable y confesó el crimen diciendo que lo había hecho tras una discusión con Prigent porque tenían una relación oculta, aunque luego se desdijo y explicó que se había autoincriminado porque estaba amenazado por su patrón.
Durante su alegato, Iribarren mencionó como pruebas las cámaras de seguridad del municipio de Tigre que ubican a Sfeir yendo al lugar del crimen, el análisis de las antenas donde fue captado su celular que lo sitúan en lugares comprometidos y la declaración de algunos testigos.
Además, en el expediente consta una escucha telefónica en la que Sfeir fue grabado diciendo "yo la mandé a matar", cuando tres días antes de su detención llamó a su buzón de voz para levantar un mensaje sin saber que su línea estaba intervenida.
En el juicio, al escuchar ese audio, la empleada doméstica del matrimonio, Armida Cecconi, reconoció la voz como la de su ex patrón al afirmar: "Esa es la voz de Daniel".
Prigent fue asesinada de dos tiros en la cabeza el día que desapareció, el 29 de diciembre de 2011, y tras 10 días de búsqueda, un vecino encontró su cadáver en un descampado ubicado a la vera de la ruta 26, en la zona del dique de Luján, en el límite entre los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar.
El viudo fue detenido el 13 de enero de 2012 como principal sospechoso y luego también fue arrestado Bini, quien trabajaba para él en la empresa de recolección de residuos en barrios cerrados que explotaba.
Hay dos grabaciones de video que comprometen a Bini: una en la que se lo ve en el locutorio de Zárate desde donde avisaron a la familia de la víctma dónde estaba tirado el cadáver y otra en el local de celulares de Escobar donde vendió el aparato de la docente asesinada.