Un centenar de policías tomaron el ingreso de la Casa de Gobierno de la provincia de Catamarca en demanda de una mejora salarial que lleve los sueldos mínimos a unos 10 mil pesos.

A su vez, vecinos de esa provincia aseguran que comenzaron a registrarse intentos de saqueos en varios supermecados. Los comerciantes empiezan a cerrar sus negocios y hay mucha tensión sobre lo que pueda ocurrir.

Por pedidod e la gobernadora catamarqueña, Lucía Corpacci, el gobierno nacional envió 200 gendarmes para evitar posibles saqueos como los que ocurrieron en Córdoba y la Rioja como consecuencia de las protestas policiales.