Se hizo pasar por comisario de la Bonaerense y conquistó a una comisaria
El hombre estuvo preso por robo y abuso sexual. Cuando salió de la cárcel, comenzó a actuar como un miembro de la fuerza. Hizo operativos, asistió a actos y enamoró a la jefa de una Comisaría de la Mujer
Entre el 5 de octubre y el 5 de diciembre de 2012, el comisario inspector Eduardo Miguel Juárez Tapia, de 43 años, se mostró activo en la Policía Bonaerense: inspeccionó calabozos, supervisó operativos en la calle y asistió a varios actos de la fuerza, tanto vestido de civil como en uniforme.
En varias de esas ocasiones se lo vio acompañado por su novia, la comisaria Etelvina Zaracho, de 46 años, jefa de la Comisaría de la Mujer de Florencio Varela.
Fue en la casa de su pareja donde Juárez Tapia fue detenido, en la localidad bonaerense de Ranelagh, el 5 de diciembre pasado. En el momento de su aprehensión, el supuesto comisario manejaba un Citroën C3 robado y portaba un arma que había hurtado a una policía en el Centro de Altos Estudios en Especialidades Policiales, según informó el diario Clarín.
La Superintendencia de Delitos Complejos lo venía siguiendo luego de una denuncia de robo hecha por un empresario, quien dijo que Juárez Tapia lo contactó para ofrecer su servicio "especializado en criminialística". Dijo que había sido enviado por "orden de la superioridad".
La víctima del robo sospechó de Juárez Tapia y se puso en contacto con un amigo policía, quien a su vez solicitó ayuda a la Superintendencia de Delitos Complejos. Así fue como se descubrió que Juárez Tapia no era comisario.
Los investigadores pronto se toparon con los antecedentes del comisario impostor: Juárez Tapia había sido condenado a 24 años de prisión por estafas, robo, abusos sexuales y privación ilegal de la libertad. Salió el 5 de octubre del penal de Olmos y pocos días más tarde ya se mostraba con su uniforme de policía.
En su prontuario consta que en 1996 cometió seis robos, en cuatro de los cuales abusó sexualmente de sus víctimas. Además de tener condenas en San Isidro por abuso y robo y en Mercedes por estafas, también tiene otras en La Matanza, por usurpación de autoridad, títulos y honores. Antes de hacerse pasar por comisario, Tapia probó suerte con el cargo de juez.
Fue el mismo 5 de octubre cuando conoció a Zaracho, en la Comisaría de la Mujer de Florencio Varela. La mujer, que estaba desde hacía siete años como responsable de la dependencia y tenía 28 años en la fuerza, se enamoró de Juárez Tapia y en noviembre ya estaban conviviendo (el falso comisario sostuvo que no tenía dónde vivir, tras la supuesta separación de su anterior pareja).
La mujer dijo que no sospechaba de Juárez Tapia. Más aún, señaló que el hombre le había prometido que intercedería para conseguirle un ascenso dentro de la Bonaerense, que le llegó a Zaracho al mes de conocerlo, cuando fue nombrada coordinadora zonal de las comisarías de la mujer de Almirante Brown, Ezeiza, Echeverría, Quilmes y Berazategui.
Cuando la Superintendencia de Delitos Complejos fue a su domicilio a buscar a Juárez Tapia, Zaracho creyó que eran secuestradores y se encerró con él en la casa. Finalmente, comprendió lo que sucedía, pero para ese momento ya había sido pasada a disponibilidad y tenía un sumario abierto. Además, quedó procesada en una causa por incumplimiento de los deberes de funcionario público, a cargo de la fiscal de Berazategui María de los Ángeles Attarian Mena.
Juárez Tapia, por su parte, incorporó una nueva adición a su ya amplio prontuario, ya que el fiscal de La Plata Juan Cruz Condomí le abrió una causa por usurpación de autoridad, títulos y honores.