Sorpresivo operativo en el edificio de Ángeles
Personal de la Policía Federal y del juzgado trabajó en el octavo piso y el sótano de Ravignani al 2360. Además trascendió que los restos de ADN hallados, son de la víctima.
Minutos después de las 20 del viernes, personal de la división Homicidios de la Policía Federal y peritos de la Policía Científica llegaron al edificio de Emilio Ravignani al 2360 para recabar información en el marco de la causa que por el crimen de Ángeles Rawson. Los investigadores evitaron precisar qué lugar requisaron.
Sin embargo, el nuevo encargado del edificio, Fernando, confirmó luego de que finalizara el trabajo de las fuerzas de seguridad que los lugares investigados fueron el octavo piso, donde vivía Mangeri, y el sótano.
Más temprano había trascendido que el juez ordenó el procedimiento en busca de una aspiradora a raíz de un dato que aportó en la mañana del viernes un testigo de la causa.
La información fue confirmada por el abogado de la querella, Pablo Lanusse, quien estuvo presente en el allanamiento, pero no hizo declaraciones relevantes.
Por otro lado, alrededor de las 21, la esposa de Jorge Mangeri, Adriana Saettone, ingresó también al lugar sin dar declaraciones. Poco antes, en diálogo con Crónica TV, la mujer volvió a defender a su esposo y se preguntó "por qué no hay otras personas (de la familia) que fueron a declarar". “Mi esposo no fue. Que hay cosas raras, seguro”, dijo.
Las tareas se desarrollaron horas después de que trascendiera que los restos de ADN recogidos de manchas encontradas por los investigadores en la vivienda del encargado Mangeri coinciden con "fluidos biológicos" que pertenecerían a la víctima.
Estos "fluidos" estarían mezclados con los de Mangeri y posiblemente con los de una tercera persona, que se puede tratar de alguien que contaminó la escena, pero que puede no haber participado del crimen.
Esto es así porque la toma de muestras se realizó varios días después de cometido el asesinato.
En tanto, el juez Fabián Ríos, quien el viernes rechazó un pedido de la defensa del encargado para que desestime esa prueba, recibirá el informe del laboratorio la semana próxima.
De confirmarse, esa información pondría más contra las cuerdas al hasta ahora único imputado por el asesinato, ya que se probaría que la joven estuvo en su departamento. Eso podría explicar, además, que los vecinos no hayan oído nada.
Las sospechas contra el acusado parecen haberse confirmado desde el momento en que fue hallado ADN de Ángeles en sus uñas.
De esta manera, el juez podría ya tener establecido al menos un lugar en donde fue atacada la chica o bien depositado su cuerpo, antes de ser sacado del edificio y arrojado a un contenedor de basura.
Finalmente, la Justicia rechazó el pedido de la defensa del portero para investigar el testimonio de la mucama Dominga Torres, quien trabajaba en la casa donde vivía Angeles, y que en su declaración dijo que la joven nunca ingresó al departamento, el lunes en que desapareció y fue asesinada.