Un fiscal pidió perpetua para cuatro jóvenes por matar a un jefe penitenciario y un taxista
Fuentes judiciales informaron que el representante del Ministerio consideró que los cuatro jóvenes, detenidos, integraban una banda que cometió varios robos.
Un fiscal solicitó hoy prisión perpetua para cuatro jóvenes acusados de haber asesinado a un jefe penitenciario y a un taxista, ambos cometidos durante distintos asaltos en 2012, en el partido bonaerense de La Matanza, informaron fuentes judiciales.
Carlos Luppino pidió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del mencionado Departamento Judicial la pena máxima para Jonathan Damián Di Vasto (23) por el doble "homicidio agravado criminis causa" en perjuicio del entonces jefe de la Unidad 42 de Florencio Varela, Angel Segovia (48), y del taxista Flavio Andrés Fabre (42).
Además, durante su extenso alegato el fiscal requirió que Isaías Nicolás Corteaux (22) sea condenado a prisión perpetua por el crimen de Fabre, mientras que Nahuel Castro Carranza (23) y Andrés Roberto Valdez (22) por el del penitenciario.
Fuentes judiciales informaron que el representante del Ministerio Público consideró que los cuatro jóvenes, quienes llegaron al juicio detenidos, integraban una banda que cometió varios robos.
Para Luppino, durante el debate oral se acreditó que los imputados participaron de distintos hechos delictivos que culminaron con los crímenes de Segovia y Fabre.
"Estoy muy conforme con el trabajo del fiscal, las pruebas son contundentes así que espero que se llegue a buen fin y los condenen", dijo a Télam Isabel, esposa del jefe penitenciario.
Los jueces Gustavo Omar Navarrine, Liliana Logroño y Nora Volpicina pasaron un cuarto intermedio para mañana cuando continuen los alegatos de las defensas de los acusados.
El crimen de Segovia fue cometido el lunes 11 de junio de 2012 cerca de las 23, cuando regresaba a su casa de González Catán a bordo de una camioneta Chevrolet Meriva junto a su hija que tenía 20 años, a quien había ido a buscar a un instituto donde cursaba un profesorado.
Cuando la hija del jefe penitenciario descendió del vehículo para abrir el portón de la reja, aparecieron tres delincuentes armados.
Uno de los ladrones primero encañonó a la joven y otros dos abordaron a Segovia a cada lado de las ventanillas del auto.
De acuerdo al relato de la hija de la víctima, su padre habría intentado sacar su arma reglamentaria -luego robada por los delincuentes- y terminó asesinado de dos disparos en la cabeza.
"Me condenaron a mi y a mi familia, en ese momento estaba embarazada de seis meses y al poco tiempo lo perdí", contó la esposa de Segovia, con el que tuvo cuatro hijos, uno de los cuales tiene 20 años y estudia para ingresar al Servicio Penitenciario como su padre.
De acuerdo a los voceros, un cuarto sospechoso de haber participado en el homicidio de Segovia fue capturado la semana última y será enjuciado próximamente.
En tanto, el segundo crimen ventilado en el juicio sucedió el 13 de marzo del mismo año, pasada la medianoche, cuando en la zona de Las Cañitas, del barrio porteño de Palermo, dos personas abordaron el taxi Chevrolet Classic conducido por Fabre y pidieron ser llevadas hacia Lomas del Mirador, en el partido de La Matanza.
Al llegar a Provincias Unidas y Alicia Moreau de Justo, en esa localidad del suroeste del Gran Buenos Aires y a menos de 300 metros de la Capital Federal, el taxista fue amenazado con armas por los delincuentes que le exigieron la entrega del dinero y de sus objetos de valor.
De acuerdo a los testigos, los delincuentes le dispararon a la víctima, que quedó tendida en la calle, y huyeron en el rodado.
Los vecinos que vieron lo que sucedía auxiliaron a Fabre y llamaron a la Policía, que a los pocos minutos llegó al lugar e inició un operativo en busca de los ladrones.
La empresa de seguimiento satelital le informó a la Policía que el auto se hallaba estacionado frente a una vivienda en la calle Brandsen, en la localidad bonaerense de La Tablada, partido de La Matanza, por lo que los móviles se dirigieron hacia ese lugar.
El taxi fue encontrado abandonado en Catriel y Perdriel, a unas 30 cuadras de la escena del crimen de Fabre.