Volverán a disparar el arma que mató a Nisman como parte del peritaje
Se realizará en un laboratorio de Salta a fines de agosto o principios de septiembre. Intentarán constatar qué paso con la deflagración de pólvora del disparo.
El arma que causó la muerte del fiscal Alberto Nisman volverá a ser disparada como parte de un peritaje destinado a constatar si la deflagración deja rastros de pólvora en la mano que la acciona.
Así lo dispuso la fiscalía a cargo de la investigación, que ordenó que el peritaje sea llevado a cabo en un laboratorio de la ciudad de Salta entre el 31 de agosto y el 4 de setiembre próximos.
Las manos del fiscal Nisman no contenían rastros del fulminante que despide un arma al ser disparada.
La jueza Fabiana Palmaghini sugirió la realización del peritaje desde los primeros días de la investigación, y la fiscal Viviana Fein accedió en las últimas semanas a concretarla.
Con todo, el resultado del peritaje no será concluyente, pues los propios expertos que lo realizarán advirtieron que sólo "brinda un marco de referencia".
Los científicos explicaron que es virtualmente imposible reproducir con exactitud las circunstancias de tiempo, espacio, clima, humedad, y demás condiciones ambientales en que originariamente fue accionada el arma cuando murió Nisman.
De tal manera, el resultado del peritaje no será concluyente, en ningún sentido: ni si dejara rastros, ni si no lo hiciera.
La experticia pedida por Fein fue autorizada por la Dirección de Apoyo técnico a las investigaciones fiscales, un organismo dependiente de la Secretaría General de Coordinación Institucional de la Procuración General de la Nación.
Se llevará a cabo en las instalaciones del Departamento Técnico Científico del Cuerpo de Investigaciones Científicas (CIF), situado en el Edificio Anexo del Ministerio Público de Salta, y estará a cargo del ingeniero José Luis Manzano.
Nisman fue hallado muerto con un tiro en la cabeza el domingo 18 de enero en su departamento de una de las torres Le Parc, en el barrio porteño de Puerto Madero.
Al día siguiente debía presentarse en el Congreso para exponer sobre su denuncia por encubrimiento contra la presidenta Cristina Fernández en la investigación por el atentado a la AMIA.
La pistola Bersa calibre 22 había sido entregada el sábado 17 a Nisman por su asesor informático Diego Lagomarsino, según reveló este último.