El durísimo alegato del fiscal Diego Luciani en el juicio a Cristina Kirchner
El fiscal expone un muy fuerte alegato frente a los jueces del TOF 2; utilizó declaraciones de Alberto Fernández e intercambios de mensajes secuestrados del celular de José López, que complicarían la situación de la vicepresidente.
El fiscal Diego Luciani empezó a declarar este lunes a las 8:30 vía Zoom, donde expuso un durísimo alegato en el juicio conocido como "Vialidad" contra Cristina Kirchner, acusada de corrupción, en lo que es la primera de las nueve audiencias que le concedió el Tribunal Oral Federal 2 al fiscal para exponer sus argumentos. La vicepresidente había sido imputada por haber liderado una asociación ilícita que direccionó obra pública vial hacia Lázaro Báez, quien ganó cerca del 80% de la obras en Santa Cruz, cotizadas en más de $46.000 millones.
El caso se basa en la construcción a partir de indicios y en pruebas directas surgidas de los expedientes de las licitaciones de obras públicas. Se habrían pagado sobreprecios y tolerado incumplimientos. Existen documentos que revelan que Báez tenía trato preferencial a la hora de cobrar, que sus empresas simulaban competir, que recibió adelantos inusuales y que se le pagó por obras inconclusas.
Además, Báez crea Austral Construcciones días antes de que Néstor Kirchner asuma la presidencia; se “exportan” funcionarios de Santa Cruz a la Nación; se concentra en Santa Cruz la obra vial y se la direcciona hacia Báez. En este juicio oral se investigan hechos que constituirían el delito precedente al lavado de dinero investigado en la “ruta del dinero K”, expediente en el que se condenó a Báez a 12 años por lavar unos US$60 millones.
Como parte de los argumentos expuestos, el fiscal Luciani no solo citó declaraciones de Alberto Fernández como prueba contra Cristina Kirchner, sino que también mostró conversaciones celulares que habrían intercambiado José Francisco López, Julio Mendoza, el presidente de Austral Construcciones, y Lázaro Báez.
Los mensajes, provenientes del teléfono Iphone de López que se le secuestró el 16 de junio de 2016, cuando cayó con bolsos repletos de dólares y armas en un convento, son parte de lo que Luciani describió como “el plan limpiar todo”, que se activó al día siguiente de que el Gobierno perdiera las elecciones presidenciales en 2015, donde Mendoza establece que “el lunes o martes limpiamos a todos” y López le contesta que “no hay que dar sensación de fuga”.
Además, en la serie de mensajes de López, el exsecretario de Obra Pública, que exhibió el fiscal Luciani sale a la luz que hubo un encuentro entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez antes de que finalice la gestión y asuma Mauricio Macri. Luego del encuentro, Baéz intenta comunicarse con López y le dice: “Es para coordinar con lo que me dijo la señora, gracias”.
Sin embargo, Luciani también utilizó declaraciones de Alberto Fernández, donde el ahora Presidente confirmaba la existencia de de presuntas irregularidades en los contratos de obra pública nacionales y provinciales y donde confirmaba que Báez y Kirchner no eran sólo íntimos amigos, sino también socios.
Luciani es el único acusador que queda en pie en este juicio. La Oficina Anticorrupción (OA) desistió de su rol de querellante y la Unidad de Información Financiera (UIF) pidió la absolución de Cristina Kirchner, Báez y los exfuncionarios nacionales.
El Tribunal Oral Federal 2 planea dictar su veredicto antes de fin de año. Cuando termine de exponer Luciani llegarán los alegatos de las defensas y luego los jueces fijarán una fecha para dar a conocer la sentencia. Antes de leerla, las partes podrán decir sus últimas palabras y la sentencia será revisada por la Sala 4 de la Cámara de Casación Penal. La última instancia es la Corte Suprema, que el mes pasado rechazó todos los recursos de las defensas para frenar el juicio.