Dos jóvenes de 37 años, Gustavo y Javier, fueron cambiados al nacer. Sus madres dieron a luz con pocas horas de diferencia y se fueron del sanatorio con los niños equivocados.

“Estamos pasando el día a día, es algo muy fuerte. Se descubrió hace dos años”, dijo Marta de Dalmasso, madre de crianza de Javier y biológica de Gustavo.

Javier fue el primero que comenzó a dudar porque su apariencia física no coincidía con el resto de la familia.

“Él se iba haciendo grande y pensaba que no era hijo nuestro”, enfatizó la mujer.

“Yo le pregunté a la enfermera de qué familia era la ropa con la que me trajeron a mi bebé”, dijo Marta, quien creyó que sólo se trató de una confusión.

“Javier un día se encontró con esta familia y le impactó ver a un hermano de él con el que mantiene un gran parecido”, contó Marta.

La historia continuó con varios estudios de ADN de ambas familias. “No se necesitaban estudios genéticos, el parecido es increíble”, agregó la mujer.

“Desde que empezó todo estos, hay relación entre las familias y sus hijos”, explicó.