La vida del Gran Bardo británico está llena de vacíos, silencios, contradicciones y ambigüedades. Ahora, el historiador estadounidense Vincent Bridges, el genial escritor William Shakespeare estuvo en Praga en numerosas ocasiones durante los años en los que al parecer espiaba para Isabel I Tudor. El académico sin título de Carolina del Sur afirmó en la capital checa haber encontrado soporte documental y temático en la propia obra de Great Will para apoyar esta tesis.

Shakespeare desapareció en 1585 de su ciudad natal, Stratford upon Avon, sin dejar rastro, y resurgió en la escena teatral londinense casi una década después. Procedente de una familia de recusantes católicos, perseguidos por el régimen instaurado tras la Reforma del padre de Isabel, el famoso Enrique, Shakespeare huyó de su ciudad para evitar problemas con la justicia.

Bridges apoya su hipótesis en una vaga leyenda que afirma que visitó Bohemia al menos doce veces. Su hipótesis gira en torno a la posible entrada de Shakespeare en el servicio de espionaje de la reina Isabel I Tudor, a las órdenes de su secretario principal sir Francis Walshingham, quien habría reclutado a sus agentes de entre "un grupo teatral por tratarse de personas válidas para tareas de propaganda y espionaje. Es muy posible que Shakespeare trabajara para Walshingham ya en los años 1580", adujo.

Además, le adjudicó la identidad de Francis Garlan, un espía inglés que vivió en el condado de Trebon, al sur de Bohemia, propiedad del influyente Vilem de Rosemberg, ex canciller del reino. Sobre los Garlan existen menciones en el diario del alquimista y astrólogo John Dee, quien trabajaba a las órdenes del emperador Rodolfo II de Habsburgo y está también muy relacionado con las leyendas que plagan la vida del creador de Macbeth.