Cerrar los domingos, la polémica que se instaló entre los supermercados
Las cadenas del interior apoyan el proyecto, ya que "recupera el descanso dominical". Desde las grandes cadenas, en cambio, alertan por el impacto sobre los puestos de trabajo
La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), que agrupan a grandes comercios regionales con cerca de 10.000 locales en todo el país, ya expresaron en un comunicado el apoyo a la medida, en que rescatan la posibilidad del descanso dominical.
Sin embrago, desde las grandes cadenas supermercadistas, agrupadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), entidad que también engloba a supermercados medianos y cadenas chicas, manifestó su firme oposición a la iniciativa y advierte que afectaría a los empleados, a las inversiones empresariales y a la recaudación impositiva.
La CAS y FASA expresaron su acuerdo en "recuperar el descanso dominical", que consideran como "una costumbre de gran relevancia para mantener los fundamentos de la sociedad argentina y fortalecer a la familia".
"Sostenemos que la tradición de compartir los días domingo, la costumbre de comer en familia, las charlas hogareñas, los juegos y la posibilidad de compartir diversas actividades, son esenciales para mantener y fortalecer el vínculo familiar", indicaron.
A criterio de las cámaras, la reunión familiar y el esparcimiento "se han visto fuertemente afectadas por actividades laborales que obligan a realizar tareas los días domingo, aunque en algunos casos –como el supermercadismo– no resulte imprescindible, ya que es un servicio que se brinda en amplios horarios durante los seis días de la semana restantes".
CAS y FASA representan a integrantes de la red comercial más amplia y extendida del país, que se conoce como los SuperArgentinos, cerca de 10.000 locales comerciales que, en conjunto, emplean a más de 130.000 personas en forma directa.
Por su parte, la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) manifestó su firme oposición a dejar de trabajar los días domingos. "Los supermercados de ASU agrupan a 190.000 trabajadores con presencia en todo el país y el cierre de los comercios los días domingos representaría para ellos y para las empresas una cortapisa, un límite a la libertad de comercio, que traería consecuencias negativas a la economía en general y a los propios trabajadores", estimó el director ejecutivo de ASU, Juan Vasco Martínez.
Martínez recordó que la apertura de los días domingos origina la existencia de francos compensatorios y pagos adicionales a los trabajadores que en caso de no poder concurrir perderían ese beneficio. "El cierre de actividades los días domingos también afectaría a las inversiones de las empresas que al contar con menos días de ventas limitarían sus proyectos de expansión", dijo.
El directivo consideró que el no trabajar los días domingos "generaría un efecto negativo en cuanto al empleo indirecto y a las actividades que se desarrollan alrededor de los grandes centros comerciales, como los servicios de taxi, transporte, remiserías y combis". Y añadió que "produciría un efecto negativo" en cuanto a la recaudación fiscal. "Está comprobado que las políticas restrictivas favorecen el comercio informal, que opera fuera de control", afirmó.