El virus del ébola consiste en una vaina de glicoproteínas que envuelve material genético: una tira de ARN (ácido ribonucleico) que infecta las células humanas y las utiliza para reproducirse y luego trasladarse a todo el cuerpo, tomando órganos vitales y afectando especialmente al sistema vascular. De allí que las hemorragias sean una de las consecuencias de este padecimiento.

La droga TMK-Ebola, producida por Tekmira Pharmaceuticals Corp. de Canadá, fue probada con monos de China infectados y consiguió detener la reproducción del virus que genera la letalfiebre hemorrágica que le ha costado la vida a miles de personas.