Conflicto laboral en la cadena de comida rápida Nac & Pop
Trabajadores de la franquicia de comida rápida Nac & Pop, denuncian despidos, sueldos impagos y vaciamiento de los locales.
Bajo el lema “No es Mc es Nac” se instalaron vendiendo alimentos “nacionales” como choripanes y otros tipos de sandwiches de distintos cortes de carne. Sin dejar de lado por supuesto la hamburguesa y los panchos.
Sin embargo la franquicia de Alex Gordon, titular de Samin Sociedad Anónima, actualmente se encuentra en problemas y así lo relatan sus trabajadores.
Según cuentan sus empleados, los jefes y dueños “de golpe desaparecieron, no atienden los teléfonos de las oficinas, los supervisores que eran los encargados de pagarnos tampoco nos atienden”.
“Desde hace algunos meses los productos, que estaban a buen precio, fueron cambiando. Suponemos que dejaron de pagar a los proveedores porque vienen a los locales preguntando por los dueños”, dijeron y agregaron “nos dejaron de pagar a nosotros”.
Los empleados de Nac & Pop dieron cuenta que la situación no es nueva y que se viene arrastrando desde antes ya que les venían pagando semanalmente de manera irregular. “Nos tiraban (literalmente) $1000, $1500, a veces no. Siempre mediante maltrato. Y ahora en el último tiempo empezaron con los despidos”, comentó.
Ante esta situación algunos trabajadores y trabajadores comenzaron a indagar y descubrieron que no tienen hechos los aportes jubilatorios ni de la obra social.
Se trata de 13 locales de la firma "Nac&Pop", una cadena de hamburguesas "nacional y popular" con 170 empleados, que hace menos de dos años era un modelo de éxito en Buenos Aires. Hoy, sus trabajadores denuncian que se les adeudan varios meses de sueldo, el aguinaldo, y que incluso reciben amenazas de los pocos referentes de una empresa que, a esta altura, parece un fantasma.
Quién es Alex Gordon
La cara del emprendimiento es Alex Gordon, aunque “la cara” es una forma de decir. Gordon es de perfil bajo, es directo, es franco. Vivió desde mediados de los 70 en Israel y en Europa. Volvió en 2010 y se quedó con uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad: La Robla. Después abrió otro en Palermo y al tiempo puso una panchería.
“Queremos seguir trabajando y que nos paguen lo que nos deben”, dijo al Servicio Informativo Continental una de las empleadas de un local de la cadena en Palermo.