Desde enero, los subtes y el Premetro serán controlados por la Ciudad
La Legislatura porteña aprobó esta madrugada el traspaso luego de 14 horas de negociaciones. Finalmente, el impuesto a las naftas no prosperó, pero sí se acordó subir las alícuotas del impuesto a los sellos, explicó Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura.
Luego de tres interrupciones y más de 14 horas de debate, el proyecto de transferencia del subterráneo presentado por el Pro consiguió esta madrugada 46 votos que permitirán que se produzca el traspaso del servicio de manos del gobierno nacional al porteño.
De esta forma, a partir del 1º de enero, la Ciudad de Buenos Aires estará a cargo de las seis líneas de subte y del Premetro, luego de meses de negociaciones y tensión entre la Casa Rosada y la gestión del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
Los legisladores dieron quórum recién a la 1 de la madrugada de hoy, luego de una jornada cargada de conversaciones entre legisladores del PRO, de la oposición, funcionarios del Ejecutivo y los metrodelegados para consensuar un texto único.
En total, el debate fue postergado tres veces: debía comenzar a las 11 de ayer y se pasó a las 16; luego a un cuarto intermedio a las 21:30 y más tarde a las 00:30, horario en el que finalmente todos se sentaron en el recinto a discutir la aprobación de la norma.
Había consenso en varios puntos, pero faltaba definir la fuente de financiamiento, el principal eje de confrontación entre todos los sectores, incluidos los metrodelegados.
La iniciativa sancionada es el texto del PRO, pero con algunas modificaciones: contempla subas de peajes, patentes y del impuesto al sello para financiar la operatividad del servicio (el macrismo buscaba subir los combustibles) pero no tocará los derechos de los trabajadores para realizar medidas de fuerza ni habrá una tasa a los combustibles.
Apenas se conoció la aprobación en general del traspaso de los subtes, el metrodelegado de la línea B, Claudio Dellacarbonara, cuestionó la norma al considerar que "deja abierta la posibilidad de ataques certeros contra los trabajadores".
El gobierno de la Ciudad pretendía crear un impuesto a las naftas, pero la oposición logró que en cambio se suba el impuesto a los sellos. La administración de Macri estima recaudar con estos ajustes unos 600 millones de pesos.
Así, la alícuota general que era del 0,8% pasaría a ser del 1%; la alícuota de operaciones financieras aumentaría del 1% al 1,2%; y la alícuota de operaciones inmobiliarias que era del 2,5% subiría al 3,6 por ciento, publica un matutino porteño.
En tanto, la alícuota para autos (aprobada con el Presupuesto 2013) será para los 0KM del 1% y para los vehículos usados se duplicará del 1,5 al 3 por ciento, explicó por Continental Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura.