Los orígenes de esta festividad se remontan al catolicismo, en recuerdo a un obispo y mártir que se lo considera como el patrono de los enamorados.

La historia de San Valentín

Existen varias teorías que explican la vida e historia de San Valentín. Se cree que el patrono de los enamorados nació en el año 175 en la ciudad de Terni, al norte de Roma. Desde joven se sintió interesado por la fe y se convirtió en religioso hasta llegar al cargo de obispo. Durante esa época, existía la persecución a los cristianos en el Imperio Romano, por lo que realizaba sacramentos en secreto.

El emperador romano Claudio II había prohibido los casamientos cristianos para evitar que sus soldados se encontraran emocionalmente comprometidos con su lugar de origen. Además, se cree que esta medida fue para evitar que las familias cristianas se multiplicaran.

Valentín se sentía inspirado al unir parejas en el santo matrimonio, debido a que consideraba que esto ayudaba a multiplicar a los fieles. Asimismo, era conocido por obsequiar flores a las parejas al momento de casarlas, como un gesto de buen augurio. Sin embargo, el emperador tomó conocimiento de las acciones del obispo y ordenó capturarlo.

De esta manera, Valentín fue encarcelado y trasladado a la vía Flaminia, cerca de la Puerta del Pueblo en Roma. Para evitar una confrontación con el pueblo, Claudio decidió ejecutarlo en secreto un 14 de febrero de 269. De acuerdo a los registros católicos, sus restos fueron rescatados por tres discípulos de Valentín, y llevados a su ciudad de origen, donde descansan actualmente en una Basílica que lleva su nombre.

Se cree que se comenzó a asociar la fecha de su muerte con una festividad durante la Edad Media. El Día de los Enamorados es una fecha especial, en la que muchas personas deciden renovar sus relaciones, reflexionar acerca de lo que desean en el amor o manifestar una futura pareja.